"La intolerancia hoy reina en todos lados, pensar distinto te convierte en un traidor"

El dirigente de la FOEB Richard Read habló de los motivos que lo llevaron a alejarse del Pit-Cnt y pidió autocrítica a los sindicatos.

En aquel recordado discurso del 1º de mayo de 2013, Richard Read sostuvo: No quiero atorrantes en mi sindicato, no quiero lúmpenes, eso es ser junta-voto. Quiero laburantes. El mejor sindicato no es el que más huelgas hace, es el que mejor laburantes tiene abajo. Eso es clase obrera, es mirar a los nieri en la cara y decirles vamo’arruca, no fomentemos al lumperío.

¿Qué pasa cuando vuelve a ver ese discurso?

Que lamentablemente no  ha cambiado mucho, no tuvo el efecto que se esperaba. Seguimos teniendo una situación complicada en lo que significa hábitos de trabajo y ahora está más generalizado con hábitos de estudio y convivencia social. Creo que hay una pérdida o un trastoque o un cambio de valores y objetivos en esta sociedad y el trabajo no tiene la fuerza que tenía hace pocos años. En el 2002, en plena crisis económica, la consigna del Pit-Cnt era: queremos trabajo, el trabajo dignifica. Yo creo que sigue habiendo una población enorme de trabajadores que cumplen, que laburan, que se esfuerzan, que siguen ganando $14.000 y van a laburar. Se percibe que hay un sector minoritario que va creciendo que tiene esa situación de...

¿Por qué pasa eso?

Yo no tengo el nivel como para poder meterme de lleno, soy  más bien un receptor del problema. Lo percibo, lo veo, yo soy de fábrica todos los días, yo voy a laburar, converso. Yo creo que hay una sociedad que ha perdido valores a partir de un quiebre emocional muy importante: en la década del 90' se rompió el entramado social, las familias se hicieron pedazos, han emigrado, ese emigrante del '98, '99 no vuelve porque ya tiene hijos grandes afuera. Hay una desintegración importante en esa época.

El 2002 fue un batacazo enorme, la crisis se vio en la gente, en la comida, en el hambre. Vino el 2005, apareció una situación de bonanza económica que se mantuvo durante mucho tiempo. Es lo que dice mi señora a veces: en los últimos diez años se creció en la economía pero no se creció en sociedad. Creo que la gente dijo: yo ya la pasé ahora a tarjetear. Y se trastocaron el valor consumo, el valor mercado. Es más importante para muchos saber qué días se descuenta el IVA en un shopping que gestionar o ayudar a un hecho de solidaridad. Se han perdido rasgos que marcaban la personalidad del uruguayo, en el barrio, en el trabajo. El otro día había cuatro botijas que entraron a la fábrica hace poco, los cuatro estaban con su celular chateando. Me acerqué y le pregunté a uno cómo se llamaba el otro, no se conocían entre ellos. Estaban cuarenta minutos en el comedor y no cambiaron conversación entre ellos. Hay una cuestión de ruptura importante de la tradición social y el trabajo está dentro de ese borbollón. Como dirigente social, si lo percibís tenés que decirlo.

En el discurso que vimos se vio claramente cómo sus compañeros se levantaron y lo aplaudieron ¿se trató en algún momento en el seno del Pit-Cnt la cultura del trabajo o solo fue un aplauso para la tribuna?

Del 2013 para acá no. No se abordó el tema. Fernando Pereira en el 1º de mayo de 2014 en su intervención hizo un pasaje por el tema de los hábitos de trabajo. Pero no se vio con la gravedad con la que yo miraba el tema.

Yo pregunto si llegó para la inmensa mayoría de los dirigentes sindicales...

No. Inclusive yo recibí críticas. Críticas de que no era el momento ni el lugar. Yo trato de ser transparente. Si hay un problema en el seno del sindicato, mejor que los sindicatos no hay nadie para tratar de resolver. Antes de que venga el jefe a señalar a un compañero prefiero hablar yo con él. Porque perder un puesto de trabajo, los que sabemos lo que significa un puesto de trabajo, parece que hoy no tiene tanto valor como antes.

¿Usted cree que el asistencialismo pudo haber tenido algún tipo de incidencia en este tema de la cultura de trabajo?

Creo que en el 2005, Mides mediante, yo había sido crítico. En mi cabeza medio cuadriculada lo comparaba con lo que era el trabajo de la mujer de Duhalde en el conurbano. Después entendí que no, que el gesto era correcto. Si perdura en el tiempo y no tiene devolución, no tiene retorno... Yo creo que hay que sacar a la gente del pozo, un cabito hay que tirarle, pero si el cabito se convierte en algo permanente, difícilmente vuelvan los hábitos de trabajo. En una sociedad en la que hay muchos gurises de esa época, que veían al padre durmiendo hasta las once porque había perdido el trabajo en los 90, ¿cómo los recuperás? Primero que morfen, que tengan un techo. Pero después hay que empezar a barajar y dar de vuelta. Fue una falta de la sociedad y del gobierno y creo que de alguna manera puede haber influenciado.

Vamos a otro tema, usted en agosto pasado pidió licencia por tiempo indeterminado al Pit-Cnt. En ese momento usted declaró que la frutilla de la torta fue el caso de Joselo López y los sucesos del Ceprili. Usted fue cofundador del Pit, lleva 33 años de militancia ¿cuándo empezó a pensar en la renuncia?

No estuvo muy elaborado. Yo creo que se acumularon algunos hechos, con el mayor de los respetos al resto de los compañeros, todos tenemos opinión, que yo haya sido minoría varias veces no me quita la posibilidad de seguir opinando. El año pasado voté en contra de un paro parcial, lo fundamenté, se hizo el paro y la bebida estaba toda presente. Una cosa no quita la otra. A mí me parece que se vino barajando algunas cuestiones este año. Por ejemplo, se planteó una reforma de estatuto. La reforma de estatuto aparece en un secretariado con una comisión donde yo no participaba y yo pregunté si se podía abrir el debate, que no, que era etapa cerrada, que era un plebiscito. Leí la reforma, no me gustó y salí a hablar en contra. La reforma de estatuto, desde mi punto de vista, se volcaba hacia un sindicato más centralista, con más poderes hacia un secretariado. Por suerte primó el sentido común, en el plenario no se planteó. Y luego sucedió lo de Ceprili, un hecho lamentable para todos y lo que desbordó el vaso ese día en el secretariado fue cuando se da el debate, yo planteé que había que dar un paso al costado, que había que preservar a las instituciones, que había que dejar que la Justicia operara. A media tarde se plantea formar una comisión para investigar, eso desbordó. Se votó doce a favor y yo no voté.

Estamos hablando de los sucesos que involucraron a los funcionarios del INAU...

Pero yo no estaba hablando del tema INAU, estaba hablando de que si la Justicia está investigando un hecho nosotros no tenemos potestad para formar una comisión investigadora.

¿Qué pasó con la comisión?

Hace unos días salió en la prensa que en la comisión no había acuerdo y que se congelaba en el tiempo.

¿Usted que piensa de eso?

Que lamentablemente este uno tenía más razón que los otros doce, no había motivo para formar una comisión.

¿Qué otros temas lo alejaron de la dirección del Pit-Cnt?

El tema de la desconfianza recíproca es un tema que se hablaba en el secretariado, estamos hablando de desconfianza política. Yo opino sobre ideas, no sobre quién lo dice, si no sobre qué se dice. Me pareció que era un desgaste estar ahí, no porque perdiera todas las votaciones. Pero ya cuando los temas eran conceptuales y era doce a uno era obvio que esos doce se habían coordinado para votar, no había ningún aporte de mi parte, entonces: ¿qué iba a estar haciendo si no aportaba? Si soy yo el obstáculo, entonces doy un paso al costado.

¿Qué sintió cuando fueron citados al juzgado los sindicatos a raíz de una denuncia por el Plan de Vivienda Sindical?

Nosotros al no tener personería jurídica el Pit-Cnt, la persona al hacer la denuncia -la abogada- derramó hacia los sindicatos de la representativa. Y nos pareció un garrón porque nosotros como Federación de la Bebida no tenemos nada que ver con eso. Nos pareció que tener que ir a declarar a un juzgado ante una denuncia de estafa no es nada lindo. Tener que ir a declarar por un tema de estafa de terceros, yo creo que el Pit-Cnt no tiene nada que ver con esto, no hay antecedentes en la historia. Ojalá se aclare y que vayan hasta el hueso.

¿Usted cree que acá hay temas de irregularidades?

La denuncia es contra terceros que supuestamente hicieron estafas. Yo tomo lo que dijo el secretariado, creo que se actuó con mucha desprolijidad, creo que hubo errores enormes de seguimiento, no funcionaron los controles. Para juzgar está la justicia, lo que sí creo es que hay que ir hasta el hueso.

(A continuación se le muestra a Richard Read parte del informe de Código País sobre el Plan de Vivienda Sindical y se le pide opinión)

Yo vi el programa. No tengo conocimiento que el tema se haya abordado en el secretariado. Me parece que es muy fuerte la declaración de la persona que tuvo una expectativa de cuatro años, seguramente ha pago al IAT... Por eso lo que yo dije anteriormente, la Justicia tiene que investigar a fondo, porque hay miles de familias que se sienten estafadas. Cuatro años, si pagaron y ni siquiera hay un ladrillo. Yo creo que hay un esfuerzo. Eso no quita que hay una realidad que es esta. Lo peor que le puede pasar a un laburante, a un laburante con recursos mínimos, es que se le genere una expectativa de esta característica. A veces no se puede concretar por la burocracia, el tiempo, la falta de terrenos. Eso es un tema. Pero cuando está trancado por esta situación donde hay denuncia, que no genero opinión, no ayuda.

Este tema de la vivienda sindical ¿también fue otro motivo para que diera un paso al costado?

No, no. El paso al costado fue la acumulación de cuestiones. También creo que hay que dar lugar a otros compañeros. Yo no tengo temas puntuales, es un estado de ánimo y cuando uno dice: estoy yendo a un lugar donde mi aporte no es tomado en cuenta, me corro para el costado.

¿Entra mucho dinero al Pit-Cnt hoy? ¿Están los controles adecuados?

Los controles están, los balances del Pit-Cnt los podemos ver los sindicatos. Los dineros están clarísimos. Hay una auditoría que tiene seguimiento de los dineros.

El mes pasado se conoció la encuesta de Factum que reveló que la institución de menor confianza son los sindicatos, usted escribió que esto debería llamar a la reflexión y que le daba tristeza...

Se da una situación insólita, en el 2005 éramos 120.000 a los diez años somos 420.000. Se instalaron los consejos de salarios y los salarios de todos crecieron, se organizó la gente, hay gente nueva, se le dio posibilidad a gente que venía como los rurales, las domésticas. Que seamos el último orejón del tarro es porque algo estamos haciendo mal, transmitimos mal, tenemos actitudes que la gente la ve negativa, y yo soy parte también de ese juego. Debería haber un llamado a la reflexión. Creo que hay un tema de credibilidad que está en franco deterioro.

La última encuesta de Cifra plantea que el 58 % de los uruguayos piensa que los sindicatos de la educación defienden solo los intereses de los profesores y no de los estudiantes ¿qué opina?

Eso es parte de una opinión pública que está cambiante. Yo creo que hay gestos de nosotros, de los sindicatos, que a veces las medidas de paro, la consecuencia que tiene de retorno es que la sociedad nos aleja. Porque no la percibe como la medida ideal. Han habido paros que han arrancado con huelgas y ocupaciones. También hay un sector patronal que ha jugado para generar este tipo de cuestiones. Yo creo que la legitimidad de los reclamos de los maestros no está en juego, deberían ganar mucho más de lo que están ganando y más en un país donde la educación viene a pique. Quizá las medidas que han adoptado trae rechazo en la gente. Y creo que el gobierno tampoco ayudó, porque la esencialidad decretada un 24 de agosto, podrían haber esperado 30 horas más y aplicarlo el 26. Es una ruptura de diálogo y negociación. La sociedad ha perdido el diálogo y la negociación, la tolerancia. La intolerancia hoy reina en todos lados, pensar distinto te convierte en un traidor. El discurso del 2013 algunos decían que era pro patronal. Nos educamos con ese concepto cuando entramos a una fábrica, que el dirigente sindical tiene que ser el mejor, dar el ejemplo, ir a laburar, dar el ejemplo. La intolerancia es parte de. Y creo que la sociedad percibe cuestiones que no gusta, en un momento fue Adeom con la basura, hay paros antipáticos. Hay que mantener el reclamo pero habría que revisar las medidas de lucha para sumar con la sociedad.

¿Están trancados los consejos de salario? 

Están trancados, muy trancados.

Conflicto raro el de la bebida, están de acuerdo sindicato y patronal pero el gobierno dice que no...

Tenemos casi un semi acuerdo en el grupo de fábricas, estamos conversando en transporte. Ahí ha habido un manejo, llamémosle que se dilató en el tiempo por situaciones económicas del país donde directamente sin querer somos involucrados, que es el acuerdo de precios. Está entreverado y sigue habiendo gente que está peleándola. Hay mucho empresariado que puede dar aumento salarial y se remanga. Habría que blanquear, profesionalizar las negociaciones laborales. El Estado debería pedirle a las empresas qu edice que no pueden acceder a tal salario: señores presenten la paramétrica.

¿Antes que usted renunciara ya se venía alejando de los vínculos políticos (...). ¿No tener el apoyo de Astori fue determinante para dejar el Frente Líber Seregni?

No, no. Los aportes míos en todas esas organizaciones son muy chicos. Hay una mayoría que piensa de otra manera. Yo con Danilo nos conocemos hace mil año pero en el 2009 en las internas quedé enganchado con él en una relación casi personal y había conversado. Terminan las elecciones me propusieron un lugar destacado en la lista, agradecí pero no me siento capacitado para el Parlamento. Apareció lo de la Intendencia, no me propuse yo, no me propuso el FLS, pero para mí la decisión estaba tomada, terminó el balotaje y me retiré.

¿Dónde se lo ubica políticamente?

En el Frente Amplio del 71, del 84, del 85. El histórico.

¿Usted vio cómo lo criticó Eduardo Lorier?

Sí. Lo leí. Yo soy el menos indicado para señalarlo porque a veces se me va la moto y tengo que andar pidiendo disculpas. Hubo una conversación con los compañeros del Partido Comunista, se disculparon, no hicieron suyas las palabras. Quedó por esa. No lo juzgo.

En los últimos días se hablaba de una nueva agrupación por fuera del Pit-Cnt ¿qué piensa de eso?

Yo creo que los 60 años de historia, como pesaron para que no hubiera reforma de estatuto en el congreso de julio porque la historia pesa, nuestro legajo de miles de trabajadores, de dirigentes y militantes, en el fondo seguimos siendo cntistas, seguimos siendo Pit y después Pit-Cnt. No va a prosperar, estoy segurísimo. Eso no significa que tengan un cuestionamiento a comportamiento, actitudes, resoluciones políticas del movimiento sindical. Creo que, sin descuidar las críticas no de quién proviene, hay otros medios para poder dar el debate. Yo me retiré del secretariado, sigo en la federación, opino desde allí. Creo que hay que ver cuál es nuestro rol, cuál es nuestro comportamiento, si estamos haciendo las cosas bien, si nos identificamos con los trabajadores de la mejor manera, hay una serie de críticas, la independencia de clase. Nosotros convocamos el 5 de marzo de 2012 a un ámbito plural amplio, había compañeros de todas las corrientes para discutir: el rol de los sindicatos en un gobierno progresista, ¿cuál es? ¿El de Brasil? ¿El de Paraguay? ¿El de Argentina? ¿El de Chile? Nosotros creemos que el rol es el de la independencia del gobierno, del Estado, de los patrones y ser dependientes de los trabajadores.

¿Se los escucha cuando hablan estas cosas?

Yo no estoy en el secretariado. Pero en el secretariado hay compañeros con una capacidad de análisis que yo no les ato ni los cordones. Seguramente tienen que ser receptores, de que esa crítica que la recogen 500 está generalizada en la sociedad.