Puesta a punto de la ley de regulación del mercado de cannabis

Milton Romani, de la Junta Nacional de Drogas, y Juan Vaz, activista cannábico, hicieron un balance positivo.

En 2012 se anunció una ley que regularía el mercado del cannabis como parte de una estrategia para combatir el narcotráfico. Esta norma pondría a Uruguay en un escalón de pionero, ya que sería el primer país en regular la marihuana de forma integral: se controlaría la producción y el cultivo, pero también la venta y la distribución.

Hace 18 meses que está en vigencia la ley. ¿Cómo se puede adquirir marihuana? Hay dos caminos: el autocultivo, que ya está en funcionamiento, y formar parte de un club cannábico. A través del autocultivo, una persona puede tener seis plantas de marihuana en su casa u otro lugar que elija; para eso debe registrarse con una constancia de domicilio. Actualmente hay 3.100 autocultivadores registrados.

Los clubes cannábicos son organizaciones sin fines de lucro que se registran en el Ministerio de Educación y Cultura y pueden tener un mínimo de 15 miembros y un máximo de 45. Todos los meses estas personas van al lugar establecido y pueden retirar 40 gramos de marihuana. Hay solo dos habilitados y 15 que están haciendo los trámites.

El punto más controvertido de la ley es la venta en las farmacias, que apuntan a los consumidores esporádicos y podrán comprar 40 gramos al mes a $34 el cigarrillo. La polémica está en que hay 120 propietarios interesados en vender, pero los químicos farmacéuticos no quieren hacerlo y piden que se revea ese punto.

Esta marihuana de las farmacias será producida por dos empresas que recientemente obtuvieron la licencia para hacerlo: Symbiosis e Iccorp. Estas empresas plantarán en 20 hectáreas de predio cedido por el Estado cerca del Penal de Libertad, con una inversión inicial de entre US$600.000 y US$800.000. Se estaría vendiendo en unos ocho meses.

Telemundo habló con Milton Romani, de la Junta Nacional de Drogas, y con Juan Vaz, uno de los primeros en registrarse en clubes cannábicos. Ambos hicieron un balance positivo del curso de la regulación. Romani indicó que el Estado no promueve el consumo sino que advierte de los riesgos de consumir toda droga, pero que también ofrece la regulación para "administrar los riesgos". Vaz, mientras tanto, explicó la importancia de que el consumidor ya no deba ir a una boca de narcotráfico para abastecerse, y que se ha posibilitado un aumento de la calidad.