Una mirada al Frigorífico Anglo, Patrimonio de la Humanidad

Un recorrido fotográfico por los rincones de esta mítica fábrica, protagonista de una época de oro de Uruguay.

Caminar por el viejo frigorífico Anglo es sin ninguna duda un viaje en el tiempo, la maquinaría, las sillas, los muebles y hasta los interruptores de la luz te llevan a los tiempos de la segunda guerra mundial, la época más próspera que supo vivir la famosa fábrica de carne enlatada.

Pero en el eterno país de 3 millones de habitantes caminar por una fábrica que llegó a emplear a 4.500 personas, que ocupaba cientos de hectáreas, que tenía barrios propios para sus trabajadores, que tenía su puerto, su propio club de fútbol, es también viajar a un país que tiene cosas del nuestro y cosas de algún gigante del primer mundo.

Es una invitación a pensar sobre lo que pudimos ser, lo que somos y lo que podríamos ser. Estas fotos fueron tomadas recorriendo la zona del viejo frigorífico, tan sólo una pequeña parte del “Paisaje Cultural e Industrial Fray Bentos” recientemente nombrado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Fotos y texto de Agustín Fernández