“Estamos haciendo seguimiento minuto a minuto, día a día”, dijo el ministro interino de Salud Pública.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el viernes pasado que al menos 11 países habían reportado casos positivos o sospechosos de viruela del mono, una enfermedad originaria de África, pero que ya se ha expandido en países de Europa y América del Norte. Este domingo, en tanto, Argentina reportó su primer caso sospechoso de la enfermedad en un hombre llegado de España.
“En nuestro país, hasta el momento, no se han detectado casos sospechosos ni casos en seguimiento”, dijo este lunes el ministro interino de Salud Pública (Daniel Salinas se encuentra de viaje), José Luis Satdjian.
Ante el escenario internacional, el Ministerio de Salud Pública (MSP) sigue las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto al tratamiento, indicación y seguimiento de casos. “Estamos haciendo seguimiento minuto a minuto, día a día”, dijo Satdjian en rueda de prensa.
La transmisión de persona a persona de la viruela del mono puede producirse por contacto estrecho con secreciones de las vías respiratorias o lesiones cutáneas, y se han reportado casos de transmisión sexual, según un informe publicado en la web del MSP. El período de incubación es de cinco a 21 días, y los síntomas duran de 14 a 21 días.
“Nuestros técnicos tendrán en los próximos días instancias de aprendizaje y diálogo con autoridades mundiales y de vigilancia mundial. En ese sentido, estamos atentos y siguiendo lo que está pasando en otras regiones del mundo”, apuntó Satdjian, y agregó que “se está estudiando a nivel mundial” si se puede llegar a utilizar vacunas contra la viruela (considerada erradicada en Uruguay en 1977) en alguna zona en particular.
Consultado sobre si podría darse una situación similar como la que se dio con la expansión del coronavirus, Satdjian dijo que “es muy difícil vaticinar algo al respecto”. “El coronavirus creo que nos ha dejado una enseñanza muy importante: en cuanto a salud pública y la salud humana, tenemos que tener siempre la guardia alta. No podemos llegar a poder decir o definir qué puede llegar a pasar o no. Nuestra obligación como autoridad sanitaria es tener la guardia alta y prepararse lo mejor posible para cualquier tipo de escenario”, añadió.