Tiene 53 años y es psicóloga, psicoterapeuta y docente. Esta casada con Pedro Bordaberry desde el año 1985 y tienen tres hijos: Pedro, Agustín y Matías.
María José asegura que la primera impresión que se llevó de Pedro fue que “era una persona que sabía mucho lo que quería. Una persona con mucha disciplina, muy emprendedora”. Cuando se conocieron tenían 20 años y ambos eran estudiantes. Ella no pensó que Pedro podría dedicarse a la política y sus proyecciones eran casarse, tener hijos y dedicarse cada uno a sus profesiones. “Yo siempre sentí que la abogacía no lo llenaba y la política le fue como gustando, esa cosa de servicio”, sentenció.
La rutina de Pedro Bordaberry consiste en levantarse a las 5:30 de la mañana para leer los diarios, contestar los mails y arrancar el día bien informado. Le prepara el desayuno a su esposa, que solo toma un café con leche.
La manualidad definitivamente no es una de las virtudes del candidato colorado. La caja de herramienta la maneja María José, que es quien hace los arreglos que sean necesarios en la casa.
La esposa de Bordaberry asegura hay prejuicios y que a veces la gente piensa que viven una vida lujosa. “La verdad es que nosotros vivimos una vida de gente que trabaja”, sentenció.
Su hijo mayor, también llamado Pedro Bordaberry, es al que le gusta menos la exposición y se mantiene alejado de la vida política de la familia. Los dos más chicos, Matías y Agustín, lo suelen acompañar más.