Según la Organización Mundial de la Salud, este tipo de alimentos son aptos para consumo humano pero recomienda informar a los consumidores ante posibles riesgos.
El etiquetado obligatorio ya estaba decretado. Lo que hizo la Intendencia de Montevideo ahora es modificar la etiqueta y dar un plazo de seis meses de gracia sin inspecciones para que los productores de alimentos comiencen a aplicar la norma, luego habrá controles y sanciones.
“Está establecida la multa de 5 unidades reajustables, además de que deben abonar el análisis”, explicó Fabiana Goyeneche, directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo.
Los empresarios manifestaron su preocupación por los sobrecostos y por el posible perjuicio para exportadores. La Intendencia sostiene que la legislación se adapta al Mercosur y a otros países de la región que también la aplican.
Los alimentos con organismos genéticamente modificados están autorizados para consumo humano. No está probado ningún daño a la salud, pero el tema es motivo de estudio y controversia en el mundo a nivel científico y político.
El etiquetado de transgénicos es obligatorio en 64 países. En Uruguay se cultiva soja y maíz modificados genéticamente desde 1996. A estas plantas se les modifica el ADN de las células vegetales para que sean más resistentes a herbicidas o plagas.