La leishmaniasis visceral es una enfermedad potencialmente mortal que se transmite a través de una mosquita.
La leishmaniasis una enfermedad endémica en doce países de la región. El 96% de los casos se diagnostican en Brasil, aunque en los últimos años hubo una expansión hacia Argentina, Colombia, Paraguay y Venezuela.
La leishmaniasis es transmitida por una mosquita que oficia como vector. En Uruguay se identificó el flebótomo, la mosquita transmisora, en 2010. Está presente en Artigas y Salto. En 2015 se detectó el primero perro infectado de forma autóctona y este jueves se confirmó el primer caso en humanos.
El perro es el principal reservorio donde se hospeda el parásito y la enfermedad se contagia cuando la mosquita pica a un perro infectado y luego a una persona. Entre los caninos también se transmite sexualmente.
Debido a que hasta el momento no existe una vacuna que prevenga la enfermedad y tampoco un tratamiento medicinal que la cure en los animales, los expertos recomiendan el sacrificio de los perros portadores.
La leishmaniasis es mortal para las personas en el 90% de los casos si no reciben tratamiento adecuado. Aún siendo medicados mueren el 5%. También provoca efectos colaterales severos como toxicidad en los riñones, el hígado o el corazón.
Los síntomas de la enfermedad en humanos son fiebre por más de quince días, pérdida de peso, diarrea y vómitos. En el caso de los perros, la leishmaniasis provoca caída del pelo, fatiga, pérdida de peso y hemorragias.
Como medidas de prevención, los expertos recomiendan separar el hábitat de los animales de las viviendas y la utilización en perros de collares repelentes con deltametrina, que deben ser cambiados cada cuatro meses.
Experto en enfermedades parasitarias aseguró que hay una endemia de leishmaniasis en perros en el litoral del país y que la enfermedad se estableció de forma definitiva en Uruguay.
Más de 500 perros fueron diagnosticados con leishmaniasis en Uruguay. El experto en enfermedades infecciosas y parasitarias, Luis Calegari, aseguró que era inminente la aparición de un caso en humanos. Se trata de una enfermedad de alta mortalidad.
“Tiene tratamiento pero hay que saber que es complejo, que tiene sus riesgos. Se usa una droga que tiene que ser utilizada a nivel hospitalario, tiene efectos colaterales a pesar que es mejor tolerada en niños que adultos. No debemos confiarnos tanto que se trata y se cura”, dijo Calegari.
Para prevenir el contagio el experto recomienda controlar la limpieza en alrededores de las viviendas y alejar a los perros de las casas.
“Lo que tenemos que prevenir en humanos es el contacto con el vector, el flebotomo. El uso de repelente, de mosquiteros, sobre todo en camas de niños, en las aberturas de viviendas, son cosas que nos vamos a tener que acostumbrar no solo por esto, si no para otras enfermedades transmitidas por mosquitos”, agregó el experto.
En el caso de los perros se recomienda la utilización de un collar repelente con deltametrina, que reduce las posibilidades de contagio.
“No impide la infección del perro, pero si disminuye enormemente el riesgo. En la medida que haya perros infectados, el riesgo en los humanos siempre va a estar presente”, finalizó Calegari.