El barco humanitario Sea-Watch 3 rescató a 53 migrantes que se encontraban en un bote inflable tras zarpar de las costas libias el pasado 12 de junio.
Unos cuarenta y tres migrantes seguían bloqueados en alta mar, cerca de las aguas territoriales italianas de la isla de Lampedusa debido a que el ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, prohibió su desembarco.
"Al barco de Sea Watch no le importa cumplir las reglas y está involucrado en contrabando de personas, por lo que no le daré permiso para atracar, ni ahora ni en Navidad ni en Año Nuevo. A nadie que no respetan las reglas", aseguró Salvini en un programa de radio.
El barco humanitario Sea-Watch 3 rescató a 53 migrantes que se encontraban en un bote inflable tras zarpar de las costas libias el pasado 12 de junio.
El comandante del barco se negó a llevarlos de regreso a Libia, un puerto considerado inseguro y decidió dirigirse hacia las costas italianas.
Diez de los migrantes que se encontraban en el barco, entre ellos varias mujeres embarazadas, pudieron desembarcar el sábado en Lampedusa, pero los 43 restantes permanecen en el barco sin poder entrar en aguas territoriales italianas porque corre el riesgo de ser confiscado.
Cuarenta y cinco migrantes llegaron por sus propios medios, en un pequeño bote de madera, cerca de Lampedusa, y pudieron desembarcar el miércoles en la isla siciliana.
En un mensaje con ocasión este jueves del Día Mundial del Refugiado, el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, recordó que el "deber de solidaridad, asistencia y hospitalidad" forma parte de los "principios fundamentales" de la Constitución italiana, por lo que pidió un acuerdo a nivel "internacional y especialmente europeo" para gestionar los flujos migratorios.
"Saludamos el coraje de los que se ven obligados a huir. Un mundo que opta por negar la bienvenida, no salva y cierra las puertas al extranjero, es un mundo oscuro y sombrío", comentó indignada en Twitter Carlotta Sami, portavoz para el sur de Europa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Según el informe anual de ACNUR hay más de 70 millones de refugiados y desplazados en el mundo y Turquía es el país que recibió el año pasado la mayor población de refugiados en el mundo (3,7 millones), seguida por Pakistán, Uganda, Sudán y Alemania. Italia en efecto no figura entre los cinco primeros.
"Es evidente que los países que reciben más refugiados son los más pobres mientras los que reciben menos son los más ricos, que son además los que deberían encontrar soluciones", recalcó Sami en un encuentro con la prensa extranjera.
(AFP)