El economista Gabriel Oddone analizó los posibles impactos de la crisis argentina en Uruguay

Es doctor en historia económica, socio de CPA Ferrere y docente.

¿Qué está sucediendo en Argentina y cómo se explica que un resultado electoral haga saltar de esta manera los mercados?

La situación financiera de Argentina era frágil y eso estaba en el horizonte de posibilidades que una noticia negativa podía despertar un conjunto de desequilibrios que estaban  escondidos desde hace meses. Lo que está ocurriendo en Argentina es la asunción por parte de los mercados de que el oficialismo no va a ganar, que hay un retorno del elenco de la administración anterior. Y como la administración anterior había despertado serias desconfianzas por el manejo que había hecho en varias variables, lo que se despertó es tensión y una mayor volatilidad. Hay agentes que se desprenden de títulos de deuda argentina, por eso el riesgo país aumenta. Hay agentes que venden acciones y por eso las acciones caen y gente que cambia de pesos a dólares porque entienden que el peso puede ingresar en una fase de inestabilidad y se refugian en una moneda fuerte, como es el dólar. Yo creo que estamos en el ojo de la tormenta y en el trascurso de los días probablemente amaine, pero dependerá de las verbalizaciones que puedan hacer los jugadores que juegan este partido.

Estamos acostumbrados a los impactos en Uruguay cuando hay nerviosismo en Argentina. Hoy hiciste unos comentarios en tu cuenta de Twitter, donde hacías referencia a un potencial efecto recesivo sobre Uruguay...

Tradicionalmente los canales de contagio de Uruguay a las situaciones complejas de Argentina son el canal financiero en el sentido amplio, lo que incluye al canal bancario y el canal cambiario y el canal directo más comercial de actividad. El canal bancario está obturado. Antes de las crisis del 2002 el 20 % del crédito bancario uruguayo estaba otorgado a no residentes, esencialmente argentinos. Hoy en día es menos del 1 %. Por lo tanto, Argentina puede implosionar y nuestro sistema bancario no se entera. Por el canal de los depósitos tampoco. El canal cambiario sí. La expectativa es que cuando hay depreciación en Argentina, a Uruguay tarde o temprano llega. De hecho, Uruguay ya depreció su moneda un 2,3%, pero frente al 25 % que lo hizo Argentina es marginal. Hoy el mercado operó con mucha actividad en Uruguay y el Banco Central tuvo que intervenir. De hecho en los últimos días el Banco Central inyectó 180 millones de dólares para evitar una depreciación más intensa. El canal en el que estamos más expuestos yo creo que es el comercial, donde básicamente la actividad turística el 60 % está orientada a Argentina. Argentina se abarató en términos relativos mucho respecto a Uruguay en los últimas 24 horas va a generar un problema de competitividad adicional al que ya teníamos. Quedamos caros para los argentinos. Eso genera dos efectos: que los argentinos tengan menos intención de venir y una mayor propensión de los uruguayos de ir a comprar a Argentina. En las fronteras va a ser muy evidente. En Montevideo probablemente no se dispare tanto.

¿Qué pasa después de octubre si se confirma que la fórmula Fernández-Fernández llega al gobierno?

Yo creo que el mercado está descontando que esto es un hecho y por lo tanto no esperaría noticias adicionales respecto al triunfo de Fernández-Fernández. En todo caso va a depender mucho de cómo se mueve Alberto Fernández y qué logra transmitir en las próximas semanas respecto de qué piensa hacer. No está muy claro quién conformará su equipo económico. Hay algunos jugadores relevantes del kirchnerismo como fue lo Solá, que en las últimas horas insinuó que iban a ir a un esquema de cambios múltiples. A pesar de que hoy Fernández señala que el no está por ir a un cepo cambiario. Yo creo que son  muy importantes las noticias que vayan dando. El principal problema que hay en Argentina son los vencimientos de deuda que tiene el año que viene requieren del mantenimiento de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Son de una magnitud que sin acuerdo con el FMI, va a ser muy difícil que pueda honrar sus compromisos. Aún manteniendo el acuerdo, va a tener que reestructurar su deuda. 

Teniendo en cuenta el escenario político argentino, ¿de qué manera puede incidir en las propuestas económicas de los candidatos uruguayos?

Las últimas semanas hemos tenido buenas noticias. Uruguay es una economía que está estancada, pero la noticia de que las tasas de interés en Estados Unidos y que en el mundo estamos asistiendo a baja de tasa de interés generalizadas, le dan a los países emergentes como Uruguay una mayor holgura financiera para transitar este escenario. Esa era una buena noticia porque hay menos tensión financiera. La otra noticia muy importante es que se concretó el proyecto UPM, lo que genera expectativas de actividad y de empleo muy relevantes, sobre todo de cara a 2020 y a 2021. Ahora, esas noticias ahora son afectadas negativamente por las malas noticias de Argentina. Es verdad que si esta noticia de Argentina hubiera llegado sin las otras noticias, el escenario sería peor. Lo primero que los equipos económicos seguramente están valorando es en qué medida esta situación de Argentina condiciona la transición de aquí a marzo del año que viene y sobre todo los primeros meses del próximo gobierno.  La otra cosa es que vamos a asistir a mucha volatilidad cambiaria y hay que ver cuánto Uruguay logra mostrar que está desacoplado. Y el tercer elemento es la lectura política de esto. De un lado la oposición que de alguna manera construye un discurso de alternancia, hoy tiene que su par sale de una situación electoral muy mala como consecuencia de no haber sabido manejar la Economía. Esto es algo que el Frente Amplio va a intentar explotar. La oposición seguramente dirá que esto es lo que ocurre cuando no se hacen los ajustes a tiempo y no se atacan los problemas de fondo, cosa que Argentina no hizo hasta el año pasado y cuando la atacó ya era tarde. Esto va a ser parte de un debate interesante.

¿Qué tipo de ajuste fiscal tendría que hacer el gobierno que asuma el 1º de marzo?

El ajuste, con déficit fiscal que va a estar entorno al 5 % del PIB, es imposible justificar que hay algo para hacer y que hay algo que comunicar. Lo que sí creo es que la noticia de UPM y del aflojamiento financiero global le quitó un poco de presión. Sin embargo esta situación de Argentina otra vez introduce presión.  Yo tengo la impresión de que es un ajuste que tiene que incluir elementos que tiene que ver con el gasto, que la oposición lo está señalando con claridad. Pero tengo la impresión de que la oposición es un poco optimista con respecto al timing que puede ejecutar un ajuste basado en gasto, que se ajusta mucho más lento de lo que creen.  Por lo tanto, va a haber que recurrir a otras cosas como eventualmente puede ser aumentos de impuesto. 

¿Está en riesgo la calificación de Uruguay? 

Está puesta en suspenso hasta que asuma el próximo gobierno. Las calificadoras de riesgo confían, y lo han manifestado de esa manera, que Uruguay es un país serio que cuando las circunstancias lo ameritan actúa. Creo que el sistema político eso lo ha demostrado en diferentes momentos. Es clave que la próxima administración trace un plan claro.