Entre los desalojados hay tres niños.
Se trata de nueve personas, todas inmigrantes de origen cubano y dominicano, que este viernes declararon durante varias horas ante la Policía acusados de ocupar una propiedad en la calle Rincón. Se trata de una propiedad en estado de derrumbe y con un enorme deterioro interior.
Los inmigrantes aseguran que fueron estafados por un uruguayo que les pidió 7.000 pesos mensuales por el alquiler de cada habitación.
Además de los nueve mayores, cinco mujeres y cuatro hombres, en la propiedad también vivían cuatro menores.
Luego que declaren en la seccional, la Policía les dará algunos días para poder retirarse de la propiedad que es reclamada por su dueño.
La organicación “Idas y vueltas” denuncia que los estafadores que se aprovechan de los inmigrantes necesitados no son perseguidos por la Justicia de la misma manera en que sí son perseguidas esta personas que llegan desde el exterior en situaciones muy precarias.