Yamandú Orsi: "Que se cambien autoridades me parece que le hace bien al momento en el que estamos"

El intendente de Canelones repasó la situación sanitaria de su departamento y se refirió al episodio ocurrido en la cumbre del Mercosur con el cruce entre el mandatario argentino y el presidente uruguayo.

Balance sanitario del departamento de Canelones

Acá los casos se disparan y el deseo de todos nosotros es que con la misma velocidad que se disparan los casos, nos vayamos vacunando, sabiendo que esto no es automático. Las cifras se dispararon y se perdió el conto y el nexo. El ritmo de vacunación ha sido bajo, pero en estos días ha puesto el pie en el acelerador. Seguimos muy atrás en el ritmo de vacunación. Empezaron pocos vacunatorios. Creo que en estos días se corrigió. Había cinco y se pusieron tres más. Ayer se cambió al director departamental. Si hay algo que no funciona, es bueno corregir. Es una virtud de Salinas para darle otra impronta. Debe tener que ver con algo más general supongo. No es mala fe ni un tema personal. Evidentemente algo no funcionaba como quería y es bueno tener la capacidad para darle una buena impronta. Tuvimos mala liga sí porque el caso del Hospital de Canelones. Es negligencia, pero si le agregas que somos los últimos y si son dos cuadras de filas... No atribuyo que todo sea por un tema intencional. Ahora en el Centro Cultural de Sauce se empezó a vacunar y se puso a disposición para la vacunación. Es cierto que hay gente de Montevideo que se vacunó acá y gente de Canelones que se vacunó en Montevideo. Debería medirse como área metropolitana. Comparado Montevideo con Canelones estamos bastante atrás, pero que se tomen las decisiones de cambiar autoridades me parece que le hace bien al momento y la situación en la que estamos.

Diálogo con el gobierno

La crispación está bien. En algún momento me imaginé que se iba a dar un escenario de diálogo. La gente lo necesita. Veo que desde nuestras propias filas le intentamos ponerle condiciones para un diálogo y luego el presidente dice para qué necesitamos dialogar si lo que hay es que trabajar… Condicionar el diálogo me parece que tampoco sirve. Hay polarización. Hay intención en el acto político de seguir con esa dinámica. Me consta que pasa con compañeros legisladores míos. Como sistema político y como ecosistema político no hay y no está instalado el clima de diálogo fluido. No hay intención y no creo que sea de un lado solo. Creo que el gobierno es malo y podría dar una lección que no solo gobierno y hago sino que doy una lección de escuchar más. Al gobierno le corresponde ser un poco guía y no lo está haciendo. Estamos hablando de una situación excepcional que necesita estrategias de una política de Estado y de tregua política para que todos aceptemos de buena manera aquello que se nos está imponiendo. Acá se tocan algunos intereses y derechos como libertad y eso implica un nivel de convencimiento para el que es una buena idea el consenso. Si la clase política no da señales de por qué es bueno esto, se pierde credibilidad. Lo mejor es el clima de cordialidad y acuerdo posible, sin esgrimir diferencias. No puede ser que estemos todos mirando y analizando el grado de saturación de CTI para ver cuál de las barras tiene razón o cuál se equivoca.

Una cosa es mi caso y mi rol, otras cosa son las entidades políticas. Yo no soy quien para decirle al Pc o PN para decirle con quién hablar. Los partidos tienen un prestigio y trayectoria que no precisa ponerle condiciones a un ámbito. Es buena señala que las colectividades políticas se reúnan. Lo importante es que las entidades den señales potentes y den unas declaraciones en conjunto. No sé si las cadenas contribuyen a eso. Quizá el gobierno esté optando por ese camino considerando que es el mejor. Yo tengo mi diferencia.

Hablamos mucho. Cada uno tiene que darse el lugar que tiene. Yo tengo un grado de cercanía con las personas de mi fuerza política y claro que hay matices. No me corresponde y no es adecuado que si yo no estoy ahí ponerme a tirar piedras. No quiero pasar por arriba de todo el Frente. Hay temas de carácter que juegan.  Operan cuestiones personales y ofenden a veces, pero estamos ante cuestiones más serias.

Cuando plateé el tema de la frontera, lo puse como ejemplo para que se ponga como medida intermedia. Los gobiernos se equivocan y más en escenarios como estos que son desconocidos. Pero lo peor es no admitir que el otro tiene una propuesta que capaz podemos considerarla. Mi planteo fue a raíz de una expresión de Lacalle de “no estoy de acuerdo con la cuarentena obligatoria”. Yo coincido, pero no se puede plantear cosas como blanco o negro. El GACH está dando señales de que alguna cosita más deberíamos hacer sin la necesidad de llegar al confinamiento. El tema de las fronteras ya no hay manera, pero desde el año pasado se cerró bastante más. El gobierno es el que tiene los argumentos para llevar loas decisiones. Si en algún momento se necesita el toque de queda nocturno habrá que llevarlo. Todos nos imaginamos que funcione todo aquello que es esencial. Es lógico que el virus se desparramó.

Discusión sobre Argentina

La entrevista fue anterior al cruce con Lacalle. Fue un medio argentino. Alguien puede interpretar para contrastar. Lo aclaro para que no se interprete que hago en contraposición con lo que dijo Lacalle. Dije clase A porque me sorprendió lo que logró armar Fernández para ganar la elección. Para mí es un cinturón negro en la política.

Yo también pienso que hay que flexibilizar el Mercosur. Creo que Fernández no entendió y no se refería a él. Yo tengo una concepción que a veces los diplomáticos le hablan a la tribuna y no al interlocutor y si no le hablan a la tribuna y la tribuna actúa, es peor. Uruguay no se muda de acá y Argentina tampoco y no me imagino a un presidente Lacalle sin tener que negociar con argentina. No tenés más remedio. En diplomacia hay que cuidarlos términos. Creo que Lacalle fue sincero y la palabra “lastre” no era la más feliz, pero Fernández malinterpretó. También vi en Uruguay legisladores actuar como tribuna y yo era un “antiuruguayo” por hablar bien de Alberto Fernández. Una cosa es opinar sobre el asunto y otra cosa es decir “antiuruguayo”. El que quiera ideologizar este tema tiene dudosas intenciones. El peor momento de Argentina fue cuando estaba Vázquez y los puentes. Es un tema recurrente. El que piense sacar agua para su molino estando en la clase política tiene un acto de irresponsabilidad que le hace mucho daño al país. Hay que bajar la pelota y no operar sobre la política interna del otro.

Lacalle se tiene que acercar a Bolsonaro y Alberto Fernández no hay duda. Está bien. Corresponde que tenga un buen relacionamiento con los tres. No podemos darnos el lujo un país chiquito como el nuestro de darle la espalda al resto.