El economista Carlos Díaz y el criminólogo Nicolás Trajtenberg forman parte del grupo de investigadores que participaron en un estudio de la revista Nature que observó una reducción del 37 % en delitos en 27 cuidadas del mundo, entre las que se encuentra Montevideo.
Conclusiones del trabajo
Este estudio surgió porque cuando empezó la pandemia se empezó a ver que afectaba la vida de todos y uno de los lados importantes era el tema del crimen. Este estudio busco una mirada mas global comparando 27 ciudades diferentes y se buscó un consorcio de expertos de todos los países para ver si había un patrón general; si disminuía el delito; si en el descenso era igual, y cuáles eran las variaciones de ciudades a ciudades. Evalúa el patrón, ve las diferencias en ciudades, pero no evalúa lo específico de una ciudad ni de lo que hizo un gobierno.
No hay una evaluación local de las políticas de seguridad en el informe. Se ve el impacto de las medidas vinculadas a la pandemia que afectaron a la movilidad y a los mecanismos que favorecen o previenen ciertos delitos. Uno de los mecanismos tiene que ver con las oportunidades. Al haber menos circulación, hay menos oportunidades delictivas y creemos que ese puede ser uno de los mecanismos que está detrás de los mecanismos de la delincuencia en la pandemia. Esto no es una evaluación local. Nosotros conocemos una ciudad en detalle que es Montevideo y es particular porque se solapa la pandemia con el cambio de gobierno. No se pusieron tantas restricciones como con otros gobiernos, por lo que había que ser muy cuidadosos en medir y comparar.
La información que se posee de lo que ocurrió en Uruguay comparado con el resto de las 27 ciudades se puede decir que hubo un descenso en muchos delitos y hay evidencia para pensar que la pandemia tiene efectos. La pandemia tiene efectos que nos permite explicar parte de lo que ocurre pero incurriríamos en un error similar en decir que es solo por la pandemia. Puede haber otros factores que están ocurriendo. Intentamos armonizar las medidas que tienen que ver con las políticas y las cifras. No observamos la variable a medir, observamos las denuncias. Cómo se tipifica la denuncia cambia de ciudad a ciudad y tenemos que ser muy cuidadosos en hacer estas comparaciones. Tratamos de hacerlo en la muestra de países y ahí hacer las conclusiones que pueden hacer.
Si se mira las ciudades se ve que hay distintos niveles de restricción y está el caso más liberal como el sueco que es más similar a Uruguay a casos más restrictivos como Barcelona. Comparamos efectos promedio de lo que ocurre con la baja del delito y además medimos el nivel de restricción que tienen el gobierno en a ciudades. Cuanto más restrictivas con las medidas y restringen la movilidad, eso afecta a la oportunidad del delito y más impacto se ve en el delito en la ciudad.
Hubo mucha tensión en la investigación. Una de las cosas disfrutables fue la cosa interdisciplinar. Creo que notorio que es un punto a favor de los economistas es que las oportunidades tienen un rol relevante, pero no significa que sea el único mecanismo. Lo que muestran los estudios es que las oportunidades tienen un impacto rápido y eso puede explicar la baja del delito, sin embargo, el estrés de la pandemia puede tener un efecto en el mediano y largo plazo y eso es algo que vamos a empezar a ver a media que pase el tiempo.
El delito es una dimensión más de la vida de todos. Después de la distorsión vuelven los ajustes. Es un supuesto que hacemos que puede ser fuerte el tema de no querer denunciar. Más o menos los patrones de denuncia fueron más leves. Una parte de la baja pudo haber venido por la denuncia y otra por la parte del delito.