Cumbre del Mercosur: "No nos podemos permitir el inmovilismo", dijo Bustillo, y canciller argentino alertó por posible "ruptura" del bloque

"Perdemos atractivo y nada hacemos por recuperarlo", afirmó el canciller uruguayo.

Este lunes comenzó en Montevideo una nueva Reunión extraordinaria del Consejo del Mercado Común y Cumbre de presidentes de los Estados partes del Mercosur y Estados asociados

De la reunión, que será encabezada por el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, en el marco de su Presidencia Pro-témpore del bloque por parte de Uruguay, se espera que participen el presidente argentino Alberto Fernández y el paraguayo Mario Abdo, además del vicepresidente brasileño Hamilton Mourao.

Ese encuentro entre mandatarios será el martes. Y este lunes, en tanto, se lleva adelante la reunión preparatoria, de la que participan los cancilleres y los ministros de Economía de los países del bloque y también los Estados asociados.

En su discurso, el canciller uruguayo, Francisco Bustillo, mantuvo la reivindicación de buscar la apertura del bloque que la administración de Lacalle Pou ha venido llevando adelante.

"La Presidencia Pro-témpore de Uruguay propuso un conjunto importante de prioridades, que abarcó distintas áreas, pasando por la agenda económica-comercial, temas institucionales, así como áreas de gran interés como el campo de la salud, el trabajo y el turismo. Nos sentimos conformes con las discusiones que nuestros equipos han asumido", dijo Bustillo, y agregó: "Quisiera una vez más transmitir que el bloque no puede ni debe conformarse luego de 31 años únicamente con estos logros".

"Precisamos un bloque que pueda y quiera proyectarse en las nuevas dinámicas y tendencias mundiales. Precisamos un bloque aggiornado, moderno, que quiera y pueda hacer frente a los desafíos del ayer, del hoy y del mañana", afirmó el canciller.

“En 2020 decíamos que el Mercosur debía estar a la altura de su tiempo y de los desafíos, que requeríamos de un gran Mercosur, aquel que en sus comienzos acaparaba la expectativa internacional y no uno que la languidece en discusiones bizantinas. Han transcurrido dos años desde la última Presidencia Pro-témpore de Uruguay y seguimos pensando y advirtiendo las mismas deficiencias”, consideró Bustillo.

En ese sentido, recordó que la postura uruguaya fue la de proponer que el bloque buscara un “sinceramiento” y su “modernización”. “La realidad es una sola. Las utopías se persiguen, pero se asientan sobre realidades”, agregó en alusión a que no se ha avanzado en esos temas.

“Necesitamos un bloque capaz de estrechar lazos con otros países y bloques. No nos podemos permitir el inmovilismo”, valoró Bustillo, y se concentró en los acuerdos que el Mercosur no ha logrado concretar. “Como hemos dado cuenta, a la fecha el Mercosur tiene tan solo 11 acuerdos vigentes, solamente cuatro de hechos extrarregionales. Nuestro último acuerdo comercial es del año 2011 con Egipto”, dijo.

“Un dato no menor es que del 2010 a la fecha, la Organización Mundial del Comercio registra 172 acuerdos de libre comercio, ninguno del Mercosur. No tenemos acuerdo con ninguna de las diez principales potencias económicas y comerciales en el mundo. Con la región de Asia, que tiene el mayor crecimiento en los últimos años, el Mercosur solamente tiene dos negociaciones en curso. Una con Corea y otra con Singapur”, afirmó.

“Si no nos permitimos ni tan siquiera cuestionarnos el aquí y el ahora, nuestro bloque estará condenado al fracaso y a la intrascendencia”, dijo el canciller uruguayo.

En tanto, Bustillo también fue crítico con la propia integración a la que aspira el Mercosur entre sus Estados partes.

“Hemos identificado la necesidad de establecer mecanismos a nivel del Mercosur que permitan solucionar con carácter definitivo los obstáculos que distorsionan el comercio entre los Estados, asegurando el pleno cumplimiento de los principios consagrados en los tratados del Mercosur”, dijo, y continuó: “Luego de 31 años no hemos logrado consagrar ni tan siquiera el primer estadio de un esquema de integración, esto es una zona de libre comercio. Por el contrario, entre todos nosotros abundan las restricciones no arancelarias, que impiden de hecho uno de los postulados más sagrados, como es la libre circulación. Este mapa de restricciones trae mayor consecuencias e impactos para las economías de menor escala. Si bien las restricciones perjudican a todos, las pequeñas economías son las que se ven afectadas profundizando más las asimetrías entre los socios”.

En esa línea, también cuestionó que no se haya podido aplicar uno de los puntos acordados recientemente por el bloque: la reducción de un 10% del arancel externo común. 

“Destacábamos los esfuerzos en tratar de recomponer la consistencia del arancel externo común. Pues bien, hemos fracasado. Estamos en una instancia donde tenemos vigentes tres aranceles externos. Ya no tenemos un arancel externo común, están vigentes diferentes aranceles externos”, afirmó.

“Una vez más, la realidad se impone al relato y nos aleja de la utopía de la ambición fundacional del mercado común”, dijo Bustillo, y agregó que “el Mercosur en el plano externo pierde atractivo”. “Seguimos experimentando severas dificultades en las negociaciones externas”, dijo, y señaló que “el caso paradigmático es la Unión Europea”. “En junio de 2019 se anunciaba la finalización del acuerdo, pero tres años más tarde resulta que no se han culminado las negociaciones, sino que siguen surgiendo nuevas demandas por las contrapartes europeas que nos alejan de la firma del acuerdo. Algo parecido sucede con otras negociaciones que no han tenido el ritmo que Uruguay hubiera deseado”, apuntó, y consideró que “en muchas ocasiones, las dificultades para avanzar han tenido lugar dentro del propio bloque”. “Perdemos atractivo y nada hacemos por recuperarlo”, remarcó.

El final de su discurso, Bustillo afirmó: “Somos lo que hemos querido ser: una zona de libre comercio imperfecta”.

La petición de Uruguay de adherirse al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) es uno de los temas principales sobre la mesa. El canciller Bustillo presentó a última hora del miércoles formalmente la carta de pedido adhesión al tratado, lo que valió advertencias de los socios del bloque regional.

"Podría desembocar en una ruptura"

A su turno, el canciller argentino Santiago Cafiero mostró la inquietud que tiene el gobierno de ese país por el camino que ha decidido tomar Uruguay. "Vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que muy probablemente podría desembocar en una ruptura", afirmó.

"Sin duda las negociaciones en el bloque son más trabajosas, y demandan más tiempo. Pero estamos convencidos de que la mejor estrategia no es apresurarse a cerrar acuerdos que luego profundicen nuestras brechas productivas (…) con otros estados o bloques", añadió el canciller de Alberto Fernández.

"La política industrial sigue siendo clave en el desarrollo del empleo y la política posterior de mercados. Las negociaciones deben arrojar resultados equilibrados para todas las partes, de lo contrario ningún acuerdo es viable y sustentable. Es por eso que nos preocupan ciertas actitudes unilaterales, orientadas a negociaciones bilaterales con terceros países al margen del consenso del bloque. Consideramos que es contrario a la normativa del Mercosur", lanzó.

Cafiero dijo que no "asustan" los enfoques bilaterales, pero agregó: "Es la unilateralidad de ciertas decisiones lo que nos preocupa".