En imágenes: así quedaron las sedes de los poderes del Estado en Brasil tras el ataque de los seguidores de Bolsonaro

Los daños en los edificios, tesoros de la arquitectura, son considerables.

El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a Brasilia la noche del domingo para constatar los daños en el palacio presidencial invadido por miles de seguidores de su antecesor Jair Bolsonaro, unos incidentes que recuerdan los ataques al Capitolio en Washington hace dos años. A lo largo del día, una marea humana vestida de amarillo y verde, colores de la bandera nacional pero cooptados por los bolsonaristas, ocupó las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial en la capital brasileña (centro), según constató la AFP.

Antes, las autoridades brasileñas habían retomado el control del palacio presidencial, al igual que del Congreso y de la sede de la corte suprema en la capital, los tres vandalizados por los bolsonaristas que piden una "intervención militar" para desandar el gobierno de Lula, inaugurado hace una semana como presidente de Brasil por tercera vez.

El líder izquierdista, que había pasado la tarde en Araraquara, en el estado de Sao Paulo (sureste), para observar los desastres causados por inundaciones recientes, volvió a la capital y visitó el palacio de Planalto, sede de la presidencia, y luego la corte suprema, según imágenes mostradas por televisión.

Al menos 300 personas fueron detenidas, informó la Policía Civil del Distrito Federal. Algunos de ellos bajaron por la rampa del palacio de Planalto con las manos a la espalda, flanqueados por fuerzas del orden, según imágenes de la cadena de televisión CNN Brasil.

Durante varias horas los bolsonaristas se adueñaron del centro de poder en Brasilia. Aunque las autoridades habían acordonado la zona, los manifestantes lograron abrirse paso a la fuerza, saltar vallas y congregarse en el techo del Congreso, de arquitectura modernista, constató un reportero de la AFP.

Un policía fue tirado de su caballo y golpeado por la multitud. En tanto que al menos cinco reporteros también fueron agredidos, según un sindicato de periodistas, entre los que se cuenta un fotógrafo de la AFP.

La marea humana irrumpió en el Congreso nacional, con muchos manifestantes ondeando banderas brasileñas en un tinte patriótico.

Inicialmente rebasados, los policías finalmente lograron repelerlos disparando gases lacrimógenos, incluso desde helicópteros.

Los daños en los edificios, tesoros de la arquitectura, son considerables. Cuadros de un valor inestimable fueron dañados, como "Mulatas", de Di Cavalcanti, según fotografías que circulan en redes sociales.

De acuerdo con la cadena de televisión CNN, manifestantes incendiaron la alfombra del Congreso, que tuvo que ser inundado para apagar el incendio.

Y miembros del gobierno de Lula denunciaron el robo de armas y municiones de Planalto.

Los actos violentos ocurren luego de que algunos seguidores de Bolsonaro, insatisfechos por la derrota del ultraderechista en el balotaje presidencial del 30 de octubre frente a Lula, bloquearan rutas y acamparan frente a cuarteles de las fuerzas armadas pidiendo a los militares impedir la nueva investidura del izquierdista, que ya gobernó la primera economía latinoamericana entre 2003 y 2010.

AFP