"Si vamos a puntos técnicos, el agua en estas condiciones no es potable, pero es bebible y consumible", afirmó el ministro de Ambiente

“Estamos ante una situación extrema y se pide colaboración a la población. Estamos en un período de crisis”, dijo Bouvier.

El cambio en la salinidad del agua que suministra OSE es el tema indiscutible del momento. Y es que ese escenario, ante el déficit hídrico, llevó al gobierno nacional y al de Montevideo a tomar medidas excepcionales, como facilitar el acceso a agua embotellada o exhortar a que ciertos grupos de la población no consuman directamente de la canilla. Por esta situación fue consultado este jueves el ministro de Ambiente, Robert Bouvier.

¿El agua que suministra actualmente OSE es potable? “Hay una definición muy estricta, muy profesional, que la hizo la ministra de Salud Pública. El agua no es potable en la definición perfecta de la potabilidad, que son indicadores”, respondió a esa pregunta el ministro de Ambiente.

“Lo que decimos es que el agua es bebible y consumible, que es otra definición, que casi embarca a la otra. Si vamos a puntos técnicos, el agua en estas condiciones no es potable, pero es bebible y consumible”, agregó.

 

En rueda de prensa, Bouvier señaló que esta situación está dada por “el aumento de la salinidad, porque cambian los parámetros y la definición estricta y científica” de potabilidad.

En esta línea, el ministro fue consultado sobre el reclamo del sindicato de OSE, que pidió al gobierno que modifique la tarifa por el servicio que brinda actualmente. “El servicio se está brindando y la gente tiene agua en la casa. Estamos suministrando el servicio que corresponde”, respondió.

El ministro dijo estar “totalmente preocupado” y también “ocupado” en el tema de la crisis hídrica. “Estamos en contacto con los ministerios y los equipos técnicos de OSE. Esto es hora a hora, día a día, tanto las medidas que se van tomando como el análisis de la situación”, apuntó. 

“Por ahora no se está pensando en cortes programados. El corte del suministro es bastante más perjudicial que las medidas que se están tomando hoy. El corte de suministro significa dejar sin uso a todo el sistema sanitario, no poder tirar la cisterna durante horas o no poder higienizarse. La estrategia fue mantener el servicio y de tener la mejor calidad de agua posible, y esperar que llueva”, afirmó el ministro.

“Estamos ante una situación extrema y se pide colaboración a la población. Estamos en un período de crisis”, dijo Bouvier, y agregó que “indudablemente esta situación puede causar algún perjuicio, pero es la situación que estamos pasando y hacer llover no podemos”.

En tanto, consultado sobre el aumento en la demanda de agua embotellada y posible faltante, Bouvier respondió: “Por el momento no hay dificultades, hemos hablado con las empresas y el abastecimiento se está cumpliendo”.