El activo que tiene la empresa ronda los US$ 7 millones de dólares y el pasivo es de US$ 3 millones.
El 7 de setiembre de 2020 se inauguró en Colonia Garibaldi -pequeña localidad de Salto- la planta de procesamiento de cáñamo medicinal Boreal. Se anunció como la planta del sector más grande de América Latina, con casi 5.000 metros cuadrados y una capacidad de producción de 20 toneladas por día.
Tres años después, la empresa está cerrada y el accionista mayoritario -de origen canadiense- denunció al director de la compañía en Uruguay, Gonzalo Aguiar, por estafa. Aguiar fue asesinado este lunes por su expareja de varios disparos.
Los trabajadores, desde el cierre de la empresa, reclaman que se les pague por su despido. "Nunca se pensó que una empresa que pretendía ser líder a nivel de América Latina se cerrara abruptamente", dijo a Telemundo Pablo Perna, abogado que representa a los trabajadores.
Perna aseguró que a los trabajadores no se les pagó "ningún tipo de liquidación". "Desde el momento de cierre hasta la fecha no han cobrado un solo peso", remarcó.
A su vez, comentó que hubo una reunión de junta de acreedores donde se decretó la liquidación de la empresa. "Esto significa que el síndico en estos días debería estar presentando el pliego de condiciones para la venta de la empresa; tenemos la esperanza que una vez se liquide, se pueda pagar al menos todos los créditos laborales que adeuda", añadió el abogado.
El activo que tiene la empresa ronda los US$ 7 millones de dólares y el pasivo es de US$ 3 millones. "Vendiéndose todo el activo daría para pagar a los acreedores de la empresa. Por lo tanto, tenemos expectativa que a fines de mayo haya interesados en comprar la planta. La empresa hoy está pronta para funcionar, nunca lo hizo por problemas internos de los socios que decidieron cerrarla", apuntó.
Perna sostuvo además que el que decidía y tomaba "todas las resoluciones" en la empresa era Aguiar. "Había un directorio, pero esas personas figuraban de pantallas porque el que tomaba las resoluciones era Aguilar", manifestó.
"La empresa tenía campos, producía, plantaba y hacia todo el procesamiento en los laboratorios. La empresa funcionó, al menos para los ojos de los trabajadores. Los canadienses se enteraron que había maniobras que no eran claras en Uruguay y declaraciones de ingresos que no eran verdaderos, ahí tomaron participación y salieron a la luz las maniobras de Aguiar", concluyó el abogado.