El hecho ocurrió en el Hogar Huellas, ubicado en Ñandú esquina Sombra. El fuego comenzó por un corto circuito de un calefactor y posteriormente la explosión de una televisión.
Los vecinos fueron clave para evitar que la tragedia sucedida en la tarde-noche del jueves en un residencial de Salinas fuese de mayor magnitud. Allí, un anciano murió y otras tres están graves tras un incendio.
El hecho ocurrió en el Hogar Huellas, ubicado en Ñandú esquina Sombra, en la zona canaria de Salinas. El fuego comenzó por un corto circuito de un calefactor y posteriormente la explosión de una televisión.
“Vinimos corriendo. Sentimos la explosión y salimos todos corriendo a socorrer, a sacar a la gente y a apagar el incendio. Con bomberitos no lo podíamos apagar. Se apagó con una manguera de un vecino, y a la media hora vinieron los bomberos”, contó Gustavo Martínez, vecino de la zona.
“Era todo madera. Unos muchachos fueron los primeros en entrar. Un enfermero atendió a una mujer y le hizo todo lo que pudo”, apuntó.
“El fuego fue una explosión. Mucha gente mayor salió para el fondo, tuvimos que pasar por la casa de un vecino para sacarlos”, agregó.
Además, Martínez reprochó la demora de la asistencia: “Las ambulancias demoraron un infierno. El enfermero fue el héroe, los vecinos le prestaron todo lo que precisaba. Las ambulancias vinieron tarde, el enfermero les entregó a la persona con todo hecho”.
Este es el tercer caso público de un incendio en un residencial en lo que va del invierno; en los otros dos también fallecieron adultos mayores.