La joven le contó lo que sucedía a su madre y a su hermana en setiembre de 2019, cuando tenía 16 años.
Un hombre fue condenado en Rivera por abusar sexualmente de su hija cuando ella era menor de edad: los abusos se dieron en un descampado cercano a una iglesia a la que iban juntos. Él después le compraba ropa con la intención que no revelara lo sucedido.
La joven le contó lo que sucedía a su madre y a su hermana en setiembre de 2019, cuando tenía 16 años: les dijo que había sido abusada sexualmente por su padre un año atrás. Ese mismo día realizaron la denuncia policial.
Según informó la Fiscalía, “los hechos abusivos acontecieron al menos en cuatro ocasiones en un descampado, zona de piedra, cercano a la iglesia a la cual concurrían la víctima y el imputado”. “Luego del hecho el imputado le compraba ropa con el fin que la adolescente no develara los abusos”, agrega el texto, e indica que los episodios dejaron de suceder cuando la joven se negó a seguir yendo con su padre a la iglesia.
“Se realizó la pericia psicológica a la víctima por la cual se informa que la joven se encuentra muy angustiada con sintomatología física (temblores, llanto intenso). Consigna la perito que la víctima sentía culpa, vergüenza, temor de que sus padres se separen por culpa de ella; señala la perito que los síntomas que presenta son indicadores estrés postraumático”, apuntaron desde Fiscalía.
“En setiembre de 2023 la adolescente declaró en modalidad de prueba anticipada en sede judicial, relatando que los hechos sucedieron en 2017, que el imputado le realizó tocamientos en su cuerpo, incluyendo sus zonas íntimas, y le quitó la ropa. Asimismo, pudo aportar que lo develó un año después debido a que tenía miedo que sus padres se separaran”, agregan.
Finalmente, la Fiscalía Departamental de Rivera de 1º turno logró la condena del hombre como “autor penalmente responsable de reiterados delitos de abuso sexual agravados por la condición de ascendiente de la victima y ser la víctima menor de dieciocho años”, y se le impuso la pena de cuatro años de penitenciaría.
“Asimismo se impusieron las penas accesorias de la reparación pecuniaria a la víctima regulada en el artículo 80 de la ley 19.580, la cual consta de doce salarios mínimos o doce salarios que perciba el imputado, y la suspensión al acusado en el ejercicio de la patria potestad conforme art. 79 de la ley 19.580”, agrega la información.