Los científicos destacan que todas las obras originales generan una atracción mayor y esa necesidad de “ser vistas” .
Contemplar una obra de arte puede ser muy entretenido para algunas personas y para otras un verdadero aburrimiento: en cualquier caso, el cerebro no miente y una vez que se enfrenta a una pintura real y original, se generan conexiones cerebrales que son hasta 10 veces más fuertes que mirar una réplica o una foto -por mas aburrido o entretenido que sea-.
Esto se supo gracias al trabajo de neurocientíficos en el Museo Mauritshuis de La Haya, que escanearon las ondas cerebrales de 40 personas, a través de electroencefalogramas y resonancias magnéticas, para saber cómo reaccionaba su cerebro cuando se enfrentaban a obras reales, a réplicas o a fotografías o imágenes de las obras.
Los científicos indican que es más poderoso y positivo el impacto de las obras originales y dentro del museo, entendiendo que esa experiencia genera mayor activación cerebral y que también influyen factores como la ambientación que lo rodea, el marco de la pintura y la iluminación.
El estudio incluyó “Autorretrato” (Rembrandt, 1669), “Lección de anatomía” (Rembrandt, 1632), “Vista de Delft” (Vermeer, 1660-61) y “La Violinista” (Van Honthorst, 1626), pero se puso especial foco en “La joven de la Perla” de Vermeer por la inusual atracción que genera.
“La joven de la Perla” parece ser magnética, de hecho “hay un fenómeno neurológico particular” en la que el espectador es "atrapado" en un fenómeno conocido como “bucle de atención sostenida”, lo que hace que una persona se quede más tiempo mirando esta pintura en comparación con cualquier otra investigada en este estudio.
Este fenómeno provoca que la mirada del espectador se dirija automáticamente, primero al ojo de la niña, luego a su boca, luego a la perla, luego de nuevo al ojo, y así continúa, en un verdadero bucle donde la protagonista parece mirar fijamente al espectador.
De todas formas, los científicos destacan que todas las obras originales generan una atracción mayor y esa necesidad de “ser vistas” .