“Al recibirme de médico me fui a Estados Unidos y la vida me cambió por completo. La vida allí era vertiginosa, se trabajaba muchísimo, las guardias eran de 36 y 48 horas, a veces tres días enteros de guardia en una ciudad de locos. No había tiempo para nada, no había tiempo para comer".
Conferencia Clean del doctor Alejandro Junger: primera parte
“Al recibirme de médico me fui a Estados Unidos y la vida me cambió por completo. La vida allí era vertiginosa, se trabajaba muchísimo, las guardias eran de 36 y 48 horas, a veces tres días enteros de guardia en una ciudad de locos. No había tiempo para nada, no había tiempo para comer.
Las comidas eran en las cafeterías de los hospitales y en las máquinas que uno pone monedas y sale comida. Cuando tenía un poco de tiempo iba a los supermercados a la vuelta del hospital y entraba y me parecía que era como un aborigen en una tierra extraña, había muchas cajas, frascos y tubos, con olores, sabores y me parecía increíble que uno pudiera agarrar una caja, meterla en el microondas y en dos minutos tener una comida preparada.
Así trabajando y comiendo de esa manera me empecé a enfermar. Empecé a sentirme pesado, me costaba dormir, empecé con alergias permanentes. A eso se le sumó una digestión muy difícil, una pesadilla de digestión. Lo que más me asustó fue que en un momento me empecé a despertar con angustia, sin ganas de vivir.
Eso fue lo que me impulsó a consultar a mis colegas médicos. Me tomé un día libre y en ese día tuve tres consultas, con un alergista, con un gastroenterólogo y con un psiquiatra. Me dieron tres diagnósticos: alergia severa, colon irritable y depresión. Junto con eso siete recetas para medicamentos.
Ese día volví a mi casa con todas las recetas y tuve un doble shock. El primero fue que ahora iba a necesitar siete fármacos para poder funcionar pero un shock más grande fue que ese era el tipo de medicina que yo hacía con mis pacientes y no me daba ningún sentido, no me cerraba entonces decidí buscar otro camino”.