Desde el kilómetro 162 de la Ruta 5 en Florida, Lopecito nos cuenta la historia de esta estancia que desde 1825 está en manos de la misma familia.
Santa Clara perteneció a los Jesuitas hasta 1767, en dicho año y luego de que la Compañía de Jesús fuera expulsada del Río de La Plata por parte del Rey Carlos III de España, pasó a manos de Juan Francisco García de Zúñiga, (junto con otra centena de miles de hectáreas) cuyos descendientes la vendieran en 1825 al inglés John Jackson. Desde entonces y hasta la actualidad, dichas tierras permanecen en la misma familia, constituyendo la única estancia en Uruguay y probablemente en América, cuyos propietarios en línea directa son representantes de la séptima generación de los mismos.
Las historias como la de Santa Clara implican un retrato de un momento del Uruguay y de su gente. Pablo Bonasso es desde 1998 el responsable de esta estancia que está en manos de su familia por descendencia directa desde 1825. Recuerda especialmente las palabras de su madre: "para tenerla, hay que mantenerla siempre", si la dejás caer, no la levantas más.
Lopecito nos muestra el adentro de la estancia, las fotografías, perfectamente conservadas, y los archivos, todos acopiados con rigurosidad. También conocemos un poco más de la historia de este emblemático espacio ubicado en el kilómetro 162,5 de la Ruta 6 (Florida).