Casi un millón de litros de soda cáustica que estaban contenidos en una pileta que tiene la empresa UPM en su planta de pueblo Centenario en Durazno, terminaron en un arroyo que es afluente del río Negro. Esto afectó la flora, la fauna y la calidad del aire, además de causar la muerte a peces. Desde que empezó a operar la planta, el Ministerio de Ambiente realizó ocho inspecciones que derivaron en sanciones para UPM. ¿Qué seguimiento está realizando el Ministerio? ¿Cuáles son los protocolos ante este tipo de situaciones? Conversamos con el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla.