La nueva presidenta de UTE, funcionaria desde 1986 en la empresa, aspira a ampliar la presencia de puntos para vehículos eléctricos y quiere aplicar planes de consumo residencial más ajustados al uso de los clientes.
Silvia Emaldi es la primera mujer en la historia de UTE en ocupar la presidencia del ente. De todos modos está lejos de ser una recién llegada a la empresa porque es funcionaria de la institución desde 1986. ¿Con qué planes llega a la dirección de la empresa? ¿Qué mirada tiene sobre los temas vinculados a UTE que han sido objeto de debate político en torno a la institución?
Para mí es un reconocimiento que valoro mucho. En 34 años de trabajo en la empresa, que era estudiante de sistemas y fui trabajando en varias partes. También hice una especialización en bases de datos en España y pasé a ser jefa de Sistemas en UTE por lo que fuimos premiados tres veces por calidad. Para mí es un desafío poder estar a cargo de la presidencia de la empresa. Conozco desde adentro la empresa y los compañeros tienen un compromiso de servicio. No hay pandemia ni sequía que hacen que no esté presente.
Efectivamente a la fecha tenemos 25.000 clientes que no están pagando su factura. Tuvimos un exhorto del Ejecutivo para no cortar los servicios, se trató en directorio y luego se decidió extender hasta fin de junio no cortar los servicios. Eso lo vemos en el pago de facturas. Lo que estamos viendo es un incremento en el nivel residencial y una baja en comercios y servicios. Dadas las temperaturas al momento, no hubo consumos por calefacción.
Precios
En el orden del 2 % es la baja que vemos en sectores no residenciales. En estos días se va a tratar a nivel del directorio cuál será la decisión. Se aplicarán políticas de crisis como en otras instancias como dar posibilidades de financiamiento para que los clientes se pongan al día.
Se vienen desarrollando planes para lo que es la regularización de clientes en zonas carenciadas. En esa línea trabajaremos. También se definieron planes para sectores más golpeados como el lácteo. En comercio y servicios tenemos planes para hoteles y restoranes.
En el área de Servicios Corporativos hacíamos el estudio de los costos en la empresa y el impacto macroeconómico. Las que más impactan en la paramétrica son el dólar con un 50 %, la inflación el 30 % y los salarios 17 %, mientras que el petróleo 3 %. Tenemos una línea de swap con el BCU para mitigar ese riesgo.
Ya hablando de planes futuros, el primer aspecto clave para UTE será genera un nuevo modelo de negocio que logre que la energía que tenemos disponible pueda ser usada en beneficio de los clientes residenciales para un mejor confort. Lograr un modelo que logre que los clientes puedan consumir más según sus patrones de consumo.
Es como el modelo de las empresas de telefonía que ofrecen bonos y planes extraordinarios. En el sector industrial somos muy competitivos, en el sector residencial tenemos el desafío de adecuar.
Contratos de energía eólica
Los contratos fueron definidos en el gobierno anterior y establecen la obligatoriedad de que se vuelque a la red de UTE. Hay una realidad donde esa obligatoriedad existe y hay que pagar la energía. Se vuelve clave la exportación de energía a Argentina y Brasil para que se vuelque a las arcas públicas. Tenemos que exportar y profundizar los mecanismos de intercambio con Argentina y Brasil. Hoy la alternativa es exportar todo lo que podamos y volcar al mercado interno. La compra ya está fijada por 20 años de lo que producen los molinos. Hay que retomar las estrategias con Argentina y Brasil para tener simetrías y así venderles energía.
Vamos a seguir profundizando y apoyando la movilidad eléctrica. UTE trabajó con las intendencias para hacer crecer la flota eléctrica. Se han instalado alrededor de 50 unidades eléctricas. El plan es instalar cargadores en rutas y lugar donde hay más afluencia de personas.