"Soñar robots": la película sobre niños y adolescentes en el mundo de la robótica en Uruguay

En los cines uruguayo se estrenó el documental que tiene el foco puesto en cursos de robótica que se dan en el marco del Plan Ceibal que toman niños y adolescentes en localidades del interior del país. La película muestra cómo estudian, qué desarrollan y cuáles son sus expectativas, todo culmina con todos los chicos participando de un Mundial de robótica entre delegaciones de decenas de países que se desarrolló en el Antel Arena. El director de la película, Pablo Casacuberta habló sobre las historias presentes, las localidades del interior y el guion que se construyó a partir de los relatos de los niños.

La película sobre robótica en Uruguay

Hace muchos años que con un conjunto de persona que con todo lo importante que es la democracia, la interacción entre partidos, hay una cierta hipertrofia en la agenda pública entre la interacción de 400 personas, que es muy valiosa y hay que cuidar la democracia, el sistema político y parlamentario. Pero hay otros procesos gigantescos que por tener la mira en esos tires y aflojes estamos perdiendo de vista procesos enormes que para percibirlos tenemos que levantar la mirada, a mirar a 20 años o 30 años. Además de esa convicción de mirar otros procesos nos comenzó a pasar como ciudadano de que jóvenes de Maldonado ganan un concurso para diseñar una estación espacial, jóvenes ganan una olimpiada robótica y ahí empecé a sentir que todas esas noticias que uno las vive como un salpicado de hechos aislados en realidad son un hecho coral. Resultados de muchos años de desarrollo de políticas educativas y científicas. Este país tiene una tradición larguísima de investigación y estimulación científica. Al meterme en los casos me di cuenta de que hay un plan muy groso del Plan Ceibal, con mucha más ramificaciones que el mero reparto de computadoras, un plan que cada vez más se mete en las dinámicas pedagógicas de cómo se aprende, pero también de cómo se relaciona el joven ciudadano con la información. En la película hay una épica increíble que tiene todas las dinámicas del fútbol, pasión, tribunas, estadios, pero es población celebrando un desempeño intelectual. Tiene todos los componentes pasionales e identitarios clásicos del Uruguay.

Qué lugar enorme ocupa el liceo, el docente en la estima pública. Esto apela al uruguayo decir que hay que revalorizar el rol del docente, muchas veces el docente construye por completo la comunidad. Es impresionante el valor nucleador, son todas comunidades muy chicas. Unas de las maravillas que tiene la película es que cuando vos la ves pensas que seguramente el decantado de 500 entrevistas a los chiquilines donde nos quedamos con 12 prodigios. No, empiezo a investigar participando en uno de estos eventos que parecen mucho a un Mundial de fútbol en varios aspectos, pero ves muchísima fibra intelectual, porque no solo los chiquilines tienen que diseñar y programar robots, sino que tienen que desarrollar proyectos científicos que ayuden a sus comunidades, lo que les obliga a investigar problemáticas reales del país. Al mismo tiempo tienen una humildad terrible. Uno de los chiquilines nos decía que cualquier proceso de la robótica lleva por lo menos unos 200 fracasos, ya de pique son capaces de tener una resistencia al fracaso de manera increíble y de relacionarse de forma muy civilizada entre los unos con los otros, lo resuelven colectivamente. Una película que le dice mil cosas al país.

Una de las cosas que la película dinamita es la del joven apático. Son jóvenes que tienen modelos de interés, los procesos se miran desde muchísimos ángulos, pero que son unidos. Chiquilines que han vivido en un mundo virtual toda la vida. Esa imagen de chiquilín que vive en el campo aislado no es así. También la película muestra que es lo que le hace la robótica a un conjunto de chiquilines normales que encuentran un espacio de transformación.

Uno de los problemas que tiene la narrativa en películas sobre adolescentes es que muestra a los adolescentes donde hay conflicto o que haya pasado por situaciones terribles, pero no hay películas donde el adolescente sea un conjunto de ideas.