En este país africano, las parcelas de 49 agricultores apoyados por este proyecto están rodeadas por 15 colmenas conectadas entre sí.
El sordo zumbido de 70.000 abejas hace huir a un elefante de seis toneladas en los cultivos de Kenia. Y aunque parezca algo imposible, sí, un animal pequeño como las abejas africanas consigue espantar a uno de los animales más grandes de la fauna.
Este enfrentamiento entre animales evita que los paquidermos entren a los campos y pisen las cosechas, ya que las abejas están ubicadas en vallas alrededor de los cultivos. Las parcelas de 49 agricultores apoyados por este proyecto están rodeadas por 15 colmenas conectadas entre sí y con esta metodología lograron bajar un 86% las intromisiones de los elefantes en los campos productivos.
Sin embargo, la instalación de colmenas no es tan accesible para todos y su precio ronda unos US$1.163, aunque por supuesto comparado con otros métodos como los alambres eléctricos es bastante más económico.
También tienen el beneficio de cosechar la miel que se genera en estas colmenas de abejas al menos unas dos veces por año y vender cada tarro a unos US$ 3, dinero que a simple vista parece poco pero que en Kenya sirve para costear las matrículas escolares.
Por último, la vibración de la colmena suspendida en un alambre engrasado a unos metros del suelo también protege a los cultivos de tejones e insectos. No obstante, para quienes no pueden acceder a tener abejas, también hay otras soluciones como vallas de hojalata que suenan al ser sacudidas por elefantes que se acercan o trapos empapados de diésel o pimiento picante, pero no siempre son suficientes.