La suma de habilidades motrices es lo que permite que a lo largo de nuestra vida podamos expresarnos de diferentes formas a través de los trazos.
La grafomotricidad es un gran aliado a la hora de aprender a escribir -de hecho es esencial- para que sea un proceso más accesible y disfrutable. Pero, ¿qué es y por qué es importante entrenar estas habilidades?
Aprender a escribir no es una tarea sencilla, aunque con la práctica y el tiempo, lo automatizamos. Fue necesario pasar por varias etapas antes de llegar a escribir nuestro nombre por primera vez y la grafomotricidad es una de las claves para que podamos hacerlo.
“Es uno de los aspectos que están involucrados en el desarrollo particularmente de la escritura como una actividad esencialmente humana. Refiere a ciertas ejercitaciones que hacen al manejo del papel y ciertos dibujos que van habilitando una habilidad, entre otras, para el acceso a la escritura”, indicó Debora Gribov, de la Asociación Uruguaya de Psicomotricidad.
La grafomotricidad se vincula a poder dominar nuestros brazos, manos y dedos para realizar trazos finos y precisos, aprender a cómo ubicar las letras en el papel, a respetar los límites de las hojas y a desarrollar una habilidad que está muy lejos de ser innata.
Pese a que las habilidades grafomotoras se pueden pulir a lo largo de toda la vida, es durante la primera infancia -de los 0 a los 5 años- cuando el cerebro es más dócil para sumar conocimientos.
La suma de habilidades motrices es lo que permite que a lo largo de nuestra vida podamos expresarnos de diferentes formas a través de los trazos.