El cerebro y la maternidad: los cambios que se dan durante el embarazo y a qué responden

“Se habla de un circuito neural parental, es un circuito neural social que se activa cuando los individuos cuidan a otros individuos en desarrollo”, indicó la especialista Natalia Uriarte.

Durante el embarazo hay una numerosa cantidad de cambios, algunos visibles y otros no tanto, pero lo cierto es que a nivel cerebral, haber gestado deja huellas: el cerebro disminuye su tamaño y aumentan las conexiones neuronales. Vamos a conocer más sobre este proceso.

Decir que durante el embarazo se reduce el tamaño del cerebro y disminuye la corteza cerebral puede parecer una mala noticia; sin embargo, no lo es. Así lo explicó a Telemundo Natalia Uriarte, neurocientífica e investigadora de Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (UdelaR).

“Hay cambios en las funciones cognitivas, por ejemplo en la memoria, la atención, hay diferencias en la percepción de los estímulos sensoriales, a veces hay una mejora en la detección de señales relacionadas a los bebés. Por ejemplo, el llanto del bebé es más detectado”, explicó la especialista.

“Esto no es algo malo; al contrario, es algo que tiene que suceder para que el conexionado, para que se fortalezcan las sinapsis importantes y las que no lo son que no perduren, por eso ocurre esa reorganización, es como si la eficiencia del sistema en general aumentara”, agregó.

Durante el embarazo aumenta el volumen de la sangre, la cantidad de oxígeno y la energía consumida se incrementa así como también la producción de hormonas como los estrógenos o la progesterona que pueden multiplicarse hasta por 1.000, un nivel que solo se alcanza durante la gestación y que impacta en el sistema nervioso central.

Para la novena semana de gestación, el 80% de 400 áreas cerebrales se reducen en promedio un 4%, un cambio que se mantiene durante el embarazo. Algunas de estas transformaciones se revierten dos meses después del nacimiento, pero otras se mantienen al menos hasta dos años.

“En vez de adolescencia, hablamos de matrecencia como para acercar esos dos fenómenos”, apuntó Uriarte.

Ahora bien, hay que aclarar que algunos de estos cambios cerebrales no son exclusivos de los embarazos sino que están más vinculadas a los cuidados de un neonato o cría; por esa razón, las personas o animales no gestantes (por ejemplo padres u en caso de adopción) también experimentan reorganizaciones cerebrales.

“Se habla de un circuito neural parental, es un circuito neural social que se activa cuando los individuos cuidan a otros individuos en desarrollo”, agregó la especialista.