Emotia: un proyecto de arte digital que traduce la actividad cerebral a una performance artística

Camila Rodríguez, artista uruguaya de 22 años, realizó un proyecto de arte digital que traduce la actividad cerebral a una performance artística inmersiva que combina una interfaz cerebro-computadora con inteligencia artificial para crear arte generativo a partir de sus propias ondas cerebrales.

Emotia es la combinación entre la palabra emociones e inteligencia artificial, pero también es una suma de arte, tecnología, neurociencia y diseño.

Camila Rodríguez, artista uruguaya de 22 años, realizó un proyecto de arte digital que traduce la actividad cerebral a una performance artística inmersiva que combina una interfaz cerebro-computadora con inteligencia artificial para crear arte generativo a partir de sus propias ondas cerebrales.

"Yo quería trabajar con inteligencia artificial para poder decir que es una herramienta que no hay que tenerle miedo, sino que es una herramienta que en este proyecto nos da la posibilidad de aumentar las capacidades tradicionales humanas", contó la estudiante de la ORT a Telemundo. "Por ejemplo, como se inventó en su momento el microscopio para que nuestros ojos puedan ver cosas que son microscópicas", ejemplificó.

Para poder armar su puesta en escena, Camila Rodríguez registró su actividad cerebral a través de un electroencefalograma portátil para traducirlo a sonidos e imágenes.

"Nos permite de forma no invasiva escanear nuestras ondas cerebrales y poder hacer ver con la ayuda de la inteligencia artificial y yo como artista digital darle una forma tangible a estas emociones que nos pasa", explicó sobre su proyecto.

"Se activa generando actividad eléctrica, que es sensada. Se almacenan los datos en este aparato, se envían a un software, que yo utilizo ,y además, tiene la capacidad de entrenar un algoritmo con mis ondas cerebrales, usando la vincha", detalló.

De esta manera, cuando Camila piensa en derecha e izquierda las figuras y sonidos se mueven y cambian conforme la indicación del pensamiento.

"Simplemente me pongo la vincha y estoy pensando y generando el mismo movimiento una y otra vez. Y en ese tiempo que se está grabando esa sesión ellos te dicen qué tan bien quedó grabada. Podés grabar y volver a hacerlo de vuelta hasta que quede bien grabado ese comando que yo entrené", señaló.