Félidos y felinos no son lo mismo, aunque se usan indistintamente en el lenguaje común: ¿qué los diferencia?

Gran parte de los que solemos llamar felinos, como los tigres y los leones, no lo son. 

No todos los animales que tienen aspecto gatuno son felinos. De hecho, gran parte de los que solemos llamar felinos, como los tigres y los leones, no lo son.

Pero vamos a ver de qué se trata: gran parte de estos animales con aspectos en común son félidos. Son una familia de mamíferos carnívoros que se destacan por la forma del cráneo, el cuerpo musculoso, extremidades muy flexibles y garras retráctiles, que pueden sacarlas solo cuando las necesitan.

Aunque esto último no aplica para todos. Por ejemplo, los guepardos tienen garras semi-retráctiles porque al ser los animales más rápidos, necesitan tener mejor agarre a la hora de realizar giros rápidos, cazar y desplazarse.

Con esta excepción, sigamos con la regla. Dentro de esta gran familia de félidos están los populares felinos y los panterinos, pero ¿quién pertenece a cada familia y qué los diferencia?

Leones, tigres, panteras, jaguares y leopardos son panterinos. Los gatos (domésticos o silvestres), guepardos y pumas son felinos. Existen solo siete especies de panterinos, en comparación con 31 felinos y en cada una de ellas hay subfamilias.

¿Qué los diferencia? La capacidad de rugir. Los panterinos pueden emitir este sonido tan particular gracias a que su laringe posee unos tendones elásticos con capas de tejido más largas, pesadas, carnosas y gruesas, que forman sus cuerdas vocales.

Además, suelen tener un tamaño mayor y una musculatura más desarrollada, que les permite producir un sonido más profundo. Sin embargo, los felinos suelen tener laringe más osificada que les impide rugir, pero que les permite maullar y ronronear.