Estos cachorros comparten un conjunto de rasgos visibles como el aspecto, tamaño, color y comportamiento, pero no son clones, ni revirtieron la extinción.
Rómulo y Remo conquistan las redes sociales, pero ¿es posible que estos lobos sean los mismos que desaparecieron hace más de 10.000 años? No, estos cachorros no devolvieron a la vida a los lobos gigantes extintos, pero sí a algunas de sus características.
Romulus y Remus son hermosos, son dos hermanos que conquistaron al mundo y que, de hecho después de ver las numerosas imágenes que circulan en redes sociales, hasta dan ganas de adoptarlos.
El laboratorio Colossal Biosciences logró extraer ADN de un antiguo diente de lobo gigante de hace 13.000 años encontrado en Ohio, y un hueso del oído interno de hace 72.000 años, donde se obtuvo el 91% del genoma.
Luego compararon esas muestras con el ADN del lobo común, que resultó ser un 99,5% similar, e identificaron 20 diferencias clave en 14 genes determinantes en el aspecto característico de estos depredadores que se extinguieron hace 10.000 años.
Editaron células de lobo común para modificar esos 14 genes y los implantaron en óvulos de madres sustitutas.
De los primeros 45 embriones, solo tres llegaron a término, los hermanos Rómulo y Remo de seis meses y una cachorrita de dos meses llamada Khaleesi, un guiño para los amantes de la serie Game of Thrones.
Con seis meses, los lobos ya miden casi 1,20 metros de largo, pesan 36 kilogramos y podrían crecer hasta 1,80 metros y 68 kilogramos. Tendrán la mandíbula de los lobos gigantes, la cabeza robusta, el pelo blanco y lanudo, la musculatura más desarrollada y aullidos más contundentes.
Según Beth Shapiro, directora científica del laboratorio y una destacada investigadora a nivel mundial, Rómulo, Remo y Khaleesi no son lobos extintos, son un fenotipo de ellos.
En resumidas cuentas estos cachorros comparten un conjunto de rasgos visibles como el aspecto, tamaño, color y comportamiento, pero no son clones, ni revirtieron la extinción.
