Los gráficos no dejan mentir y el gris aumentó su presencia con el tiempo, hoy tres de cada cuatro autos son de un color dentro de su escala
¿Te imaginás habitar un mundo sin colores? Esto es lo que plantea una nueva investigación realizada por el Museo de Ciencias británico. Allí se custodian miles y miles de objetos que pertenecieron a todas las épocas cruzando todos los continentes. Entonces, a los investigadores se les ocurrió analizar los colores de más de 7.000 de estos objetos bajo la lupa de la inteligencia artificial para observar cómo evolucionó la presencia de los colores en todos ellos.
Los objetos seleccionados se pueden repartir en 21 categorías. Estas categorías van desde la tecnología fotográfica hasta la medición del tiempo, desde la iluminación hasta la impresión y la escritura, y desde los electrodomésticos hasta la navegación. Lo que encontraron es que si bien el gris siempre tuvo una fuerte presencia en nuestra cotidianidad, esta prevalencia viene aumentando y los investigadores sugieren que es probable que cada vez esté más presente.
Si bien el gris aparece en más del 80% de los objetos estudiados, en la mayoría de los casos solo constituye una pequeña fracción de los píxeles de cualquier fotografía. Sin embargo, los gráficos no dejan mentir y el gris aumentó su presencia con el tiempo. Un claro ejemplo puede verse en cómo eran los dispositivos de comunicación antes y cómo son ahora. Este es, por ejemplo, el análisis de colores de un telégrafo en 1844 comparado con el de un teléfono inteligente de la década del 2010.
Con los autos pasa algo parecido, hoy tres de cada cuatro autos son de un color dentro de la escala de los grises. Otras industrias también evidencian nuestra proximidad con los grises, como la decoración de ineriores o la industria de la moda. En las prendas más vendidas entre 2015 y 2016 se evidencia que el negro y los grises abarcan casi el 50% del total.
Pero el estudio del Museo de Ciencias no solo utilizó inteligencia artificial para analizar los colores de los objetos, sino también sus formas. De esta manera, queda en evidencia que, además de grises, nuestros objetos son también cada vez más cuadrados. El impacto que esto tiene o tendrá en la psicología del color es algo en lo que el estudio no indaga demasiado, por lo que habrá que seguir investigando.