Se calcula que en el mundo hay más de 350.00 muertes que se pueden atribuir a la ingesta de bebidas azucaradas

Un nuevo estudio de la Universidad de Washington afirma que uno de cada diez nuevos casos de diabetes de tipo 2 y una de cada 30 enfermedades cardiovasculares pueden atribuirse al consumo de estas bebidas.

Las fiestas, los días calurosos, el fin de semana, las jornadas de estudios intensos o que nos exigen mayor concentración parecen ir muy bien con energizantes y bebidas azucaradas como los refrescos. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Washington afirma que uno de cada diez nuevos casos de diabetes de tipo 2 y una de cada 30 enfermedades cardiovasculares pueden atribuirse al consumo de estas bebidas.

Para realizar la investigación se accedió a más de 450 bases de datos de 184 países desde 1990 hasta 2020 creando un atlas temporal de las enfermedades y calcularon que el consumo de este tipo de bebidas creció un 16% a nivel mundial en 30 años.

El mayor incremento de consumo se registró en África subsahariana, donde también coincide con ser la zona del mundo donde más aumentaron los casos de diabetes. Le siguen América Latina y el Caribe, algo que los autores creen que se da debido al fenómeno de la globalización, imitación del Occidente y nivel de industrialización mundial.

El estudio estima que al menos 2.2 millones de nuevos casos de diabetes y 1,2 millones de accidentes cardiovasculares fueron atribuibles a las bebidas azucaradas, es decir, el 9,8% y el 3,1% de todos los casos, respectivamente.

La incidencia de la diabetes tipo 2 se ha disparado casi un 60% en tres décadas entre la población adolescente y joven, según un análisis de The British Medical Journal, y la investigación aporta que las mujeres consumieron en promedio 2,8 bebidas por semana, mientras que los hombres bebieron 3,1.

En términos de nivel educativo, aquellos con educación baja y media consumieron 3,1, mientras que los que tenían estudios superiores lo hicieron bastante menos: 2,3 bebidas por semana.

Se cree que la presencia constante y la facilidad de consumo de este tipo de bebidas con alto contenido en azúcar (y en algunos casos cafeína) las hace adictivas y por eso las cifras no dejan de crecer.