Un pedacito de la Luna: una sonda china regresó luego de 53 días de misión y recolectó material único para la investigación del misterio lunar

La misión, marcada por una gran complejidad técnica, en particular en cuestiones de comunicación, es una de las más ambiciosas jamás ejecutadas por China en el espacio exterior.

Una sonda china regresó de la Luna luego de 53 días de misión y recolectó material único que será clave para la investigación científica del satélite natural.

La cara oculta de la Luna es una zona poco explorada, y es catalogada como oculta porque es invisible desde la Tierra.

La particularidad de esta zona de la Luna es que sus cráteres no están tan cubiertos por antiguos flujos de lava como los de la cara más cercana a nuestro planeta, lo que permite conocer nuevos aspectos del satélite aunque sea la cara menos explorada.

La sonda fue propulsada el 3 de mayo al espacio. Demoró un mes en llegar a la cuenca del Polo Sur-Aitken, uno de los mayores cráteres de impacto conocidos del Sistema Solar, situado en la cara oculta de la Luna, y el 4 de junio comenzó su regreso con éxito luego de haber extraído muestras únicas.

Para recolectar tierra y rocas lunares, el dispositivo empleó dos métodos de recolección: un taladro para extraer muestras bajo la superficie y un brazo robótico para tomar más material.

La tierra y las rocas son muy prometedoras para la investigación, ya que permitirán saber más sobre la formación y la historia de este satélite de la Tierra.

También se aprovechó la instancia para tomar fotografías de la superficie lunar y dejar una bandera china en el suelo lunar.

De esta manera, tras 53 días de misión, la sonda china bautizada Chang'e-6 trajo a tierra firme las primeras muestras de la historia de la cara oculta de la Luna.

La misión, marcada por una gran complejidad técnica, en particular en cuestiones de comunicación, es una de las más ambiciosas jamás ejecutadas por China en el espacio exterior.


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