El gol fue de Sergio Agüero cuando Uruguay estaba abroquelado atrás. La Celeste creció al final y no pudo encontrar el gol.
El "Maestro" Tabárez había avisado: Uruguay planeaba abroquelarse en el enfrentamiento contra una Argentina mucho más armada, reciente subcampeona del mundo, que la Celeste en proceso de renovación. Y así fue la búsqueda a lo largo del primer tiempo. Con un gran despliegue de Álvaro "Tata" González, los once celestes aguantaron los embates argentinos, estelares pero bien controlados por la estrategia uruguaya. El partido cambió a poco de arrancado el segundo tiempo: Sergio Agüero marcó de cabeza y el trámite se emparejó y se volvió de mucha ida y vuelta.
Es en ese último tramo de partido que Uruguay defendió su honor. A fuerza de potencia y no tanto de fútbol, con un Lodeiro poco trascendente que dejó su lugar a Abel "la Joya" Hernández. Rolan se perdió un gol increíble abajo del arco, Romero tapó en gran forma un remate de "la Joya" y la defensa aguantó como pudo el crecimiento desordenado pero firme de la Celeste. El partido fue de alta tensión hasta el cierre, muy picado y jugado con sangre de las dos partes. Argentina terminó contra las cuerdas y festejó el uno a cero cuando el árbitro brasileño Ricci señaló la mitad de la cancha y puso fin al partido.
Argentina prácticamente quedó clasificada con cuatro puntos, al igual que Paraguay, con el que Uruguay se medirá el sábado para definir su clasificación. Perdió a Godín, su capitán y zaguero fundamental, por acumulación de amarilla.
Análisis de Alberto Kesman y Alejandro Figueredo: