El gobierno y el Pit-Cnt se reunieron ayer y el presidente Tabaré Vázquez ratificó que no modificará los lineamientos para discutir salarios. Laura Raffo analiza el impacto en el salario real y el desempleo.
El presidente Tabaré Vázquez ya lo había dicho en su cadena el 1º de marzo y lo ratificó ayer. Las pautas que fijó el gobierno para negociar aumentos de salarios en el sector privado no cambiarán. Estas pautas indican que los sectores de la economía a los que les va mejor podrán aumentar un 10% los sueldos, las ramas menos dinámicas 8,5% y los sectores en crisis 8%.
El problema es que el último dato de inflación muestra un crecimiento de precios por encima del 10% y esto implicaría que ni siquiera los trabajadores de las ramas más pujantes de la economía verían aumentar su poder de compra.
Si repasamos la evolución del salario real en los últimos años vemos que, luego de la crisis del año 2002, los uruguayos sufrieron fuertes caídas en su salario, perdiendo hasta un 20% anual de poder de compra.
Las perdidas continuaron hasta comienzos de 2005. A partir de allí los salarios comenzaron a ajustarse por encima de la inflación, alcanzado un máximo en 2009, año en que hubo subas promedio de 8%. Esto se moderó para ser 5%, 4% y cada vez menos.
En lo que respecta al 2015 observamos que fue el menor crecimiento del salario real de los últimos 10 años. En promedio, el poder de compra avanzó 1,6% en el año. Los privados tuvieron más suerte que los públicos.
El viernes pasado se publicaron las ultimas cifras de desempleo y la tasa de desocupación llego al 7,7%, aumentando desde el promedio del año 2015. Se estima que hoy hay unos 138.000 uruguayos que buscan trabajo y no lo encuentran.
Lo que resulta preocupante de la situación actual del mercado de trabajo es que se están perdiendo puestos. En el año 2015 se destruyeron unos 28 mil empleos, la mayor parte de ellos en la industria pero también en el agro y la construcción. Además, alarma la situación de personas que no están registradas en la seguridad social y otras que enfrentan el subempleo, personas que están trabajando menos horas de las que desearían.
En estos momentos no hay sectores de actividad que muestren demasiado dinamismo y hay mucha cautela de los empresarios en contratar más personal. Por lo tanto debemos acostumbrarnos a un mercado laboral más deteriorado en donde conseguir trabajo ya no es sencillo y donde los salarios ya casi no crecen por encima de la inflación.