La crisis humanitaria se acentúa en el sur de Europa por la cantidad de personas que tratan de cruzar desde el norte de África.
La tragedia de la inmigración clandestina está azotando sin parar al sur de Europa, en particular a las costas de Italia y Grecia. Al menos 25 personas murieron y cientos desaparecieron cuando una barcaza que transportaba a 700 personas desde el norte de África al Viejo Continente se volcó. Cerca de 400 fueron rescatados, ya que el accidente ocurrió a apenas 15 millas de la costa.
La directora de comunicación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Melissa Fleming explicó que enviaron una señal desde el barco a poco de emprender el viaje. Cuando vieron un bote de rescate, hubo pánico y el bote zozobró de modo trágico.
Las buenas condiciones meteorológicas del verano boreal dieron gran impulso a la inmigración ilegal, ya que el Mediterráneo es un puente natural entre África y Europa. Pero el sueño europeo se ha cobrado ya más de 2.000 víctimas, un 25% más que en el mismo período de 2014.