Invitarán a los demás países latinoamericanos a unirse al proyecto.
Argentina y Brasil prevén avanzar en las discusiones sobre una moneda suramericana común en la visita del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a Buenos Aires, según ratificó este domingo el Gobierno argentino, aunque funcionarios y analistas no prevén que se implemente en el corto plazo.
"Decidimos avanzar en las discusiones sobre una moneda suramericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y reduciendo nuestra vulnerabilidad externa", indica un comunicado del gobierno de Alberto Fernández, con motivo de la visita de Lula da Silva.
"Tenemos la intención de superar las barreras a nuestros intercambios, simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales", agrega como uno de los acuerdos para relanzar la alianza estratégica entre ambos países.
El plan -que se debatirá en la visita de Lula, quien llega este domingo a Argentina y se reunirá el lunes con su par para suscribir una serie de acuerdos en diferentes temáticas- incluye la posibilidad de que la moneda común se extienda a otros países, según fuentes oficiales.
"Habrá . . . una decisión de comenzar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común, que incluye desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales", dijo el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, al diario Financial Times, según publicó este domingo.
Según agregó el ministro, "sería un estudio de mecanismos de integración comercial", aunque señaló que no quería "crear falsas expectativas" porque "es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer”.
Largo plazo
"Nada de eso que dice son medidas de corto plazo", afirmó a EFE el director de la consultora Abeceb y ministro de Producción durante la gestión de Mauricio Macri (2015-2019), Dante Sica.
Sica recordó que durante ese mandato se había avanzado en una carta de intención entre ambos países para empezar a estudiar la posibilidad de tener una moneda común mediante un programa con el Banco Interamericano de Desarrollo, y que fue el banco central brasileño el que frenó la iniciativa.
Según dijo Sica, "la resistencia del banco central de Brasil es fuerte" porque Argentina tiene una inflación de 94,8 % en 2022 y los privados proyectan un 98,4 % en 2023, según las expectativas relevadas por el Banco Central argentino, y "no tiene un programa consistente para bajar la inflación de largo plazo".
"La moneda en conjunto se construye con un gran nivel de confianza, políticas macroeconómicas establecidas y rangos de inflación similares", agregó Sica, ya que en Brasil se proyecta una inflación de 4,8 % en 2023.
EFE