Hubo varios heridos por el gas lacrimógeno y la caída de un vallado.
El flujo de inmigrantes ilegales que huyen de las guerras en Siria y Afganistán continúa cruzando el mar Mediterráneo con dirección más que nada a Grecia, y si bien no lo hace al mismo volumen que el año pasado, todavía se dan momentos complicados. Uno de ellos sucedió en la mañana de este lunes en la frontera entre el país helénico y Macedonia, cuando centenares de personas rompieron una valla y se produjeron enfrentamientos violentos con la Policía macedonia.
La organización Médicos Sin Fronteras informó que atendió a quince personas, nueve de ellos niños, por problemas respiratorios por el gas lacrimógeno lanzado por las autoridades, y a otras siete personas por heridas por la caída de la valla. Hay unos 10.000 refugiados que están estacionados en un campo de refugiados que originalmente se diseñó para no más de 2.000.
Mientras tanto, en Francia, la Policía se movilizó para desmontar la parte sur del campamento de refugiados de Calais, cerca del Canal de la Mancha que los guiaría hacia Inglaterra, a donde se dirigen últimamente. Numerosas organizaciones no gubernamentales se habían opuesto a la medida del gobierno, pero finalmente la Justicia la habilitó.