Más allá del contundente triunfo laborista, la extrema derecha también fue protagonista en las elecciones británicas: logró entrar al Parlamento

A pesar de ser el octavo partido con mayor número de escaños, Reform UK fue el tercero más votado, con un 14,3% de los sufragios, solo superado por los laboristas (33,7%) y conservadores (23,7%), según datos casi definitivos.

Nigel Farage, figura emblemática de la extrema derecha británica, logró en las elecciones del jueves que su partido, Reform UK, entrara en el Parlamento, con cuatro representantes.

A pesar de ser el octavo partido con mayor número de escaños, Reform UK fue el tercero más votado, con un 14,3% de los sufragios, solo superado por los laboristas (33,7%) y conservadores (23,7%), según datos casi definitivos.

El Partido Liberal Demócrata, tercero en número de diputados, con 71, detrás de laboristas (412) y conservadores (121), a falta del recuento en dos circunscripciones, tuvo un porcentaje de votos (12,2%) menor que la formación de extrema derecha, fundada en 2019.

El líder laborista, Keir Starmer, recibió el encargo del rey Carlos III de formar gobierno como nuevo primer ministro del Reino Unido

En las elecciones británicas, solo el ganador de cada una de las 650 circunscripciones obtiene escaño.

"Esto es enorme, muchachos”, se regocijó Nigel Farage, de 60 años, durante un breve vídeo en X, titulado "La revuelta contra el establishment ha comenzado".

Farage obtuvo por primera vez una plaza en el Parlamento, en su octava tentativa.

El resultado puede dar alas a este exeurodiputado, uno de los impulsores del Brexit, que pretende hacer de su partido la principal fuerza de la oposición de aquí a las próximas elecciones legislativas de 2029, ocupando el lugar de los conservadores, derrotados el jueves por los laboristas.

"Declive social"

Inspirado por Donald Trump, a quien aprecia desde hace años, Farage provocó una sacudida en la campaña, anunciando el 3 de junio que era candidato con Reform UK, por Clacton-on-Sea, una ciudad costera al este de Londres.

Farage es buen orador, sabe meter miedo, denuncia que vive en un país en "declive social", con servicios públicos "defectuosos".

El político insiste en que la migración está fuera de control, habla de una "invasión de las islas británicas", denuncia políticas a favor del medioambiente que, según él, empobrecen a la gente de a pie.

Educado en las mejores escuelas privadas, habiendo comenzado su carrera laboral en finanzas en Londres, es carismático, sarcástico y voluntariamente provocador.

Farage está lejos de ser un desconocido. En 1993, este antiguo conservador estuvo detrás de la creación del partido UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido).

Logró un escaño como eurodiputado en 1999 y fue reelegido tres veces, hasta 2020. Dirigió el UKIP de 2006 a 2016, ejerciendo presión sobre el primer ministro conservador David Cameron, quien organizó el referéndum sobre la salida de la Unión Europea (UE) en 2016.

Después de la aprobación del Brexit, que fue su mayor momento de orgullo, según él, Farage dejó el liderazgo del UKIP.

En 2016, visitó al expresidente estadounidense Donald Trump, quien le apodó Míster Brexit.

Orgulloso del Brexit

Farage creó una nueva formación política en 2019, el Partido Brexit, que se convirtió en Reform UK en 2021, para luego comenzar una lucrativa carrera como comentarista político en la radio y después en la televisión, en el canal conservador GB News.

Antes de las elecciones legislativas del jueves, ya había intentado en vano siete veces ser elegido miembro de la Cámara de los Comunes.

Farage pide una "rebelión política", critica a las élites y a los medios de comunicación.

Su opinión de que Occidente había "provocado" la guerra en Ucrania, suscitó fuertes críticas, al igual que las declaraciones racistas y homófobas atribuidas a activistas o candidatos de su partido.

Pero a este hombre dos veces divorciado, padre de cuatro hijos y abuelo desde el 23 de junio, no le importan las críticas y está decidido a liderar su "revuelta" popular.

AFP


Las Más Vistas