El presidente ruso advirtió además que el conflicto en Ucrania había cobrado un "carácter mundial" y responsabilizó a las potencias occidentales de la escalada.
Ucrania reconoció el viernes que las tropas rusas avanzaban rápidamente en el este del país, al día siguiente de que Moscú lanzara un nuevo misil balístico hipersónico y amenazara a las potencias occidentales.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó iniciar la "producción en serie" de este misil de medio alcance (hasta 5.500 km) con capacidad nuclear, llamado "Oreshnik".
También ordenó seguir realizando "pruebas" con él, "incluso en condiciones de combate, en función de la situación y la índole de las amenazas para la seguridad" de Rusia.
Putin confirmó el jueves que, en respuesta a bombardeos ucranianos con misiles occidentales, Rusia había disparado su nuevo artefacto, sin carga nuclear, contra un emplazamiento militar en Dnipró, en el centro-este de Ucrania.
Advirtió además que el conflicto en Ucrania había cobrado un "carácter mundial" y responsabilizó a las potencias occidentales de la escalada, amenazando con golpear a los países que suministran a Kiev armas empleadas para atacar Rusia.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reclamó a sus aliados la entrega de nuevos sistemas de defensa antiaérea. Estados Unidos autorizó el domingo a Ucrania el uso de sus armas para atacar territorio ruso, pese a las continuas advertencias de Moscú, que esgrimió la amenaza nuclear.
Kiev reclamaba esta autorización desde hacía tiempo, con el objetivo de atacar las bases desde las cuales Rusia bombardea Ucrania.
Sus aliados, sin embargo, le denegaban el permiso por temor a la reacción de Moscú, que lo presentaba como una línea roja en la guerra que se inició con la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022.
Según medios occidentales, Estados Unidos y Reino Unido dieron finalmente su visto bueno, en respuesta al despliegue de miles de soldados norcoreanos en apoyo a las tropas rusas.
La OTAN y Ucrania mantendrán el martes en Bruselas una reunión para analizar la situación, de la que Kiev espera decisiones "concretas" de sus aliados.
Rusia avanza en el este
Una fuente del Estado Mayor ucraniano reconoció el viernes que las tropas rusas avanzan unos "200-300 metros al día" cerca de Kurajove, una localidad importante que podría caer pronto en el este del país.
El ejército ruso reivindicó el viernes la toma de Novodmitrivka, al norte de Kurajove.
Estos avances se producen en un momento delicado para Kiev, que teme que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero reduzca o detenga la ayuda militar estadounidense, vital para su ejército.
Cerca de Pokrovsk, otra ciudad que sirve como un importante centro logístico para las fuerzas ucranianas, la situación es más favorable y "prácticamente no cambió en los últimos dos meses", según la fuente militar.
A pesar de esta situación, el ejército ucraniano, falto de soldados y equipamiento, no tiene intención en este momento de retirarse de la región rusa de Kursk, donde todavía controlan "unos 800 km2", agregó.
Temor a bombardeos en Kiev
El Parlamento ucraniano canceló el viernes su sesión ordinaria de preguntas al Ejecutivo debido al creciente riesgo de un ataque ruso con misiles, indicaron varios diputados.
En Dnipró, que tenía unos 970.000 habitantes antes de la guerra, los habitantes entrevistados el viernes por AFP seguían conmocionados por el disparo del nuevo misil ruso, pese a estar acostumbrados a los bombardeos.
"Siempre tenemos miedo, pero esta vez fue diferente", explicó Janna, de 49 años, que trabaja en un mercado.
Ian Valetov, escritor, contó que escuchó un "fuerte rugido" y una "serie de explosiones".
Las autoridades ucranianas no reportaron muertos en este ataque y no indicaron cuáles fueron los daños. El bombardeo habría estado dirigido contra una planta del grupo PivdenMach, que fabrica componenetes para misiles.
Los periodistas de AFP no pudieron confirmar si esta fábrica fue golpeada. El viernes, el atrio de la empresa estaba vacío.