"Caímos unos 400 metros a 1.000 km/h": el testimonio de una joven que estuvo en el vuelo Madrid-Montevideo afectado por turbulencias

“Una persona quedó suspendida entre lo que es el techo de plástico y el techo de metal que está después, hubo que bajarla. Lo mismo sucedió con un bebé", contó Evangelina.

“Entramos en un pozo de aire y caímos unos 400 metros a 1.000 kilómetros por hora”. Así resumió la joven uruguaya Evangelina Saravia lo sucedido durante el vuelo UX045 que viajaba de Madrid hacia Montevideo y que sufrió "fuertes turbulencias" que lo hicieron desviar en su trayecto.

La aerolínea Air Europa informó este lunes que el vuelo finalmente fue "aterrizado con normalidad" en el aeropuerto de Natal (Brasil). "Los heridos de diversa consideración que se registraron ya están siendo atendidos", añadió la aerolínea, sin precisar la cantidad ni el estado de las personas.

Vuelo de Madrid a Montevideo se desvió a Brasil por fuertes turbulencias y hay "heridos de diversa consideración", informó aerolínea

En entrevista con Telemundo, Evangelina contó desde Natal cómo fue el momento del episodio: “Anunciaron que había turbulencia, te tenías que poner el cinto, pero durante unos 20 minutos eso se sostuvo y la turbulencia era mínima. Entonces en un momento la gente se empezó a relajar. Había gente caminando, gente sin cinto. Había niños durmiendo sin cinto. Después de 20 minutos de esa turbulencia mínima, como que entramos en un pozo de aire, caímos unos 400 metros, según me dijeron, a 1.000 kilómetros por hora. El problema y lo que se ve en los videos es que la gente salió despedida de los asientos y se impactó contra el techo, por eso se rompió el techo”.

“Una persona quedó suspendida entre lo que es el techo de plástico y el techo de metal que está después, hubo que bajarla. Lo mismo sucedió con un bebé, creo que de un año, que impactó contra el techo. Según lo que entiendo estaban sin cinturón. La persona que quedó en el techo, que era un señor mayor, por lo que entendí en ese momento estaba caminando”, agregó.

En esa línea, Evangelina remarcó que lo sucedido fue “muy repentino” y que “nadie lo esperaba”. “Después de la caída, que fueron de cuatro a seis segundos, no llegué a sentir miedo porque no entendía lo que estaba pasando, nadie entendía lo que estaba pasando, era caída libre, luego se estabilizó el avión. Recién ahí como que la gente empezó a entender lo que estaba sucediendo”, dijo.

“Lo primero que se escuchó fue dónde estaban los niños, porque fueron los primeros que salieron despedidos de los asientos. Todos empezaron a tratar de ayudarse entre sí, la gente lastimada, los niños. Los artículos personales volaron para todos lados”, agregó.

La joven señaló que en el avión había unas 300 personas: cuatro resultaron heridos graves, “quebrados”, y unos 15 heridos “no tan graves”. “Yo la saqué muy barata, no me hice absolutamente nada, las dos personas que estaban al lado mío salieron volando”, dijo.

Con esto, “en un momento se evaluó seguir en ese avión hasta Montevideo, pero por el tema de los heridos se decidió que no”. “Buscamos aterrizar en el lugar más cercano, que era en Natal. El aeropuerto es bastante chico y no estaba preparado. Fueron unas cuantas horas para controlar la situación. Los de la aerolínea controlaron bien la situación, aunque era una situación impredecible”, apuntó.

“Cuando llegamos a Natal, estaban los médicos esperando, había varias ambulancias. Fue una situación horrible, con lo impredecible que fue, estoy agradecida de que se haya controlado tan bien”, agregó.

Ahora, los pasajeros están esperando una resolución: “Estamos esperando a ver si salimos esta noche, si nos llevan a un hotel”. “Fue una situación difícil, había personas muy nerviosas, llorando”, concluyó Evangelina.

"Se escuchaban los gritos, había olor a sangre"

Por otro lado, Romina Apai, otra de las pasajeras, contó que hubo gente que "voló" y pegó contra el techo. "La persona que venía al lado mío voló y quedó encastrado arriba en el maletero", indicó.

"Hubo personas que quedaron en el aire, mucha gente se quebró. En el momento que se estabiliza el avión la gente cayó y ahí ocurrió el desastre, se cayeron arriba de los asientos, de las personas, gente se quebró", agregó.

Sobre el momento, Romina comentó que estaba dormida y cuando golpeó pensó que estaba soñando. "Cuando caí me di cuenta que no, se escuchaban los gritos, había olor a sangre porque todo el mundo se golpeó", relató.

Por último, apuntó que "nadie se hizo cargo" de lo que sucedió. "No nos dieron muchas explicaciones. Hay gente que está asustada todavía, pero otra que está enojada porque no sabemos qué pasó", subrayó.

“El Consulado del Uruguay en Brasilia realiza seguimiento de la situación”

La Cancillería uruguaya emitió este lunes a la mañana un comunicado en el que afirma que el vuelo “debió realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Natal, ante importante turbulencia y la presencia de presuntos heridos a bordo”. 

“Los pasajeros que viajaban en la aeronave que necesitaron de atención médica fueron trasladados de inmediato al Hospital Monsenhor Walfredo Gurgel de la ciudad de Natal y están siendo atendidos”, apunta el texto.

Con esto, el “Consulado del Uruguay en Brasilia ha entrado en contacto con el Hospital y se encuentra recabando información y realizando seguimiento de la situación de los compatriotas que allí se encuentran”: “El hospital mencionado habrá de proveer a la brevedad posible, la lista de pacientes atendidos que será remitida inmediatamente a Montevideo”.

Por solicitudes de información se puede contactar a la Oficina de Asistencia al Compatriota a través del correo electrónico asistencia@mrree.gub.uy y de los teléfonos (+598) 2 902 1010 internos 76242/6243/76244/76294.