La Justicia ordenó que el barco pesquero chino, cuyos tripulantes denunciaron que eran tratados como esclavos, no abandone aguas uruguayas.
El barco no tenía previsto ingresar al Puerto de Montevideo y se detuvo al sureste de la terminal para el recambio de la tripulación. Bajaron 28 africanos, 24 de Sierra Leona y 4 de Ghana.
En la calle se cruzaron con Stanley que fue el primero en escuchar sus relatos. Así él lo explicó en Telemundo: "Los atacan con fierros de cocina y de pesca para pegarles en la cara y el cuerpo".
Cuentan que durante siete meses les dieron de comer únicamente arroz con sal y no les brindaron agua potable. Los hombres tienen marcas de grilletes en los tobillos. Se hizo la denuncia penal y la Justicia ordenó que el barco no abandone aguas uruguayas.
Ahora la Armada Nacional deberá interrogar al patrón y al capitán del barco, ambos chinos. Los tripulantes que hicieron la denuncia fueron alojados en la unidad de Prefectura en el Cerro de Montevideo.
Cancillería explicó que presentan signos de desnutrición y que no cobraron sus haberes. Además, Cancillería explica que los tenían en un régimen de esclavitud, racismo y discriminación.
Los 28 fueron atendidos, 13 fueron dados de alta y 15 quedaron internados en observación.