¿Cómo se ingresa a trabajar para el Estado?

Alejandro Milanesi, licenciado en Ciencias Políticas, nos explicó cómo funciona el ingreso de funcionarios públicos y qué porcentaje lo hacen mediante designación directa.

¿Cómo están distribuidos los funcionarios públicos?

Dos datos básicos para empezar.

  1. Composición de funcionarios públicos por tipo de organismo.

¿De cuántos vínculos estamos hablando?

En total son 293.595 vínculos laborales, un 18% aproximadamente de la población ocupada.

Ello responde a un incremento en los últimos años de los organismos del Art. 220 (principalmente ANEP y ASSE) y Gobiernos Departamentales. Reducción en el Poder Ejecutivo.

A esos se suman aprox. 12.000 vínculos (4.1%) de no funcionarios públicos (becarios, pasantes, arrendamientos de obra, arrendamiento de servicio, múltiples contratos a término de docentes, médicos, contratos artísticos, etc.).

¿Cómo ingresan los funcionarios al Estado?

Tenemos un 52% de funcionarios que ingresan por razones de mérito probado mediante pruebas o presentación de su formación.

El rubro “otros” refiere principalmente a ingresos de personal docentes que ingresan por lista de aspirantes e ingresos de personal militar.

Y tenemos casi un 9% de funcionarios que ingresan por designación directa. Es decir, sin pasar por mecanismo, al menos formal, de comprobación de sus méritos o idoneidad. Estamos hablando de aprox. 25.000 personas lo que resulta alto.

¿Qué pasa en los gobiernos departamentales?

Donde se da una situación particular respecto del ingreso es en los gobiernos departamentales. Allí más del 50% de los ingresos se dan por designación directa.

Este es un punto crítico, además por que los Gobiernos Departamentales han ido incorporando cada vez más funciones y no tenemos garantías que esas funciones están siendo cumplidas por las personas más aptas.

Hay un desafío en transparentar los mecanismos de ingreso a los Gobiernos Departamentales (y la administración en general) que eviten situaciones de ingresos discrecionales de familiares, militantes, y el consiguiente aumento del gasto.

¿Qué herramientas tiene el Estado para transparentar el ingreso a la función pública?

Uruguay Concursa es un portal web en donde se publican los llamados que realiza al Estado. Allí creando un usuario se pueden consultar las bases y anotarse y ver el desarrollo del llamado. Algunos llamados son gestionados por Uruguay Concursa mientras que otros son únicamente publicados y es el organismo quien lo lleva adelante.

Si bien se ha aumentado la cantidad de organismos que se adhieren al portal, no todos los organismos suben sus convocatorias allí (o no todas sus convocatorias).

Si bien los llamados pueden ser para más de un cargo, claramente no cubren todos los ingresos fuera de la administración central (Presidencia y Ministerios).

Uruguay Concursa es una herramienta muy buena, que ha aportado transparencia para quienes quieren acceder a la función pública pero no siempre tiene los mecanismos para hacer que organismos que “le quedan más lejos” lo utilicen como la principal herramienta de ingreso a los organismos.

Hablemos de los cargos de confianza

Se registran 1001 vínculos del escalafón político, esto incluye legisladores y ediles departamentales, es decir cargos electos, además de ministros y otras designaciones políticas.

850 vínculos del escalafón de particular confianza y aproximadamente 150 vínculos de adscriptos y asistentes en todo el Estado. Eso nos da aproximadamente que mil personas que son designadas políticamente y con funciones de conducción o asesoría política. Esos números no resultan significativos si se considera que en total hay casi 300.000 funcionarios públicos.

Pero en la práctica las designaciones por criterios de confianza política son mayores. Ello como consecuencia del mencionado ingreso por designación directa que da amplio margen para designaciones políticas fuera de los cargos de confianza legales (los cargos Q), y por el fenómeno de las “encargaturas”. Esto es cuando un funcionario es colocado en una función para la cual no concursó, a veces desplazando al actual, por razones de confianza política.  Un fenómeno muy conocido en la administración pública uruguaya pero del cual no tenemos cifras.

La caja negra del ingreso al Estado

Quizás lo más interesante son lo que los datos no nos dicen y los datos que no sabemos.

No tenemos datos respecto del “Estado paralelo”, en Uruguay tenemos más de 30 Personas Públicas No Estatales de las cuales tenemos muy poca información respecto de sus recursos humanos y sus mecanismos de ingreso. A eso tenemos que sumarle las Sociedad Anónimas y otras empresas subsidiarias de las Empresas Públicas. Allí tenemos un vació de información importante.

A su vez tenemos otros múltiples mecanismos de ingreso, caso de la Comisión de Apoyo de ASSE, en donde no están claros los criterios de selección y los controles son mucho menores.

Comentario final

Tenemos una administración pública muy politizada, en el sentido de que las designaciones políticas llegan a niveles que deberían ser reservados para cargos técnicos. Ese es un problema histórico y sobre los cuales los partidos políticos no tienen hoy incentivos para cambiar.

  • funcionarios que pierden incentivos para ascender en la carrera y formarse porque saben que, en muchos casos, eso depende más de confianza política que de pericia técnica.
  • Hay una agenda de reforma del Estado a seguir consolidando en cuanto al mérito y la idoneidad como criterio principal para el ingreso a la función pública.