En Paso de los Toros ya aumentaron la cantidad de casas comerciales, supermercados y otros servicios, mientras que en Pueblo Centenario el movimiento todavía es escaso.
Los comerciantes de un lado y del otro ya comienzan a notar los cambios. En Pueblo Centenario hay muchas consultas por terrenos para construir, que han hasta triplicado su precio desde el anuncio de la instalación de UPM.
Mientras tanto, en Paso de los Toros el cambio es aún más notorio, los alquileres llegan a los mil dólares para una casa de dos dormitorios.
"Se mueve, un poco más se mueve. Se ve gente que no es de pueblo", contó Leo Rodríguez, del taller mecánico Paso de los Toros.
"Va cambiando de a poquito, se nota pero falta. Calculo que va a ser para abril o mayo, por ahí. Hay que ir llevándolo suave, a medida que va cayendo gente, te tenés que ir armando de otra manera. Ha cambiado un poco, sobre todo a la tardecita, cuando vuelven los ómnibus de la gente que está en obra. Se nota un poco más de movimiento, el fuerte nuestro ahora es la tardecita, la noche", contó Fabricio Barboza, del supermercado de Paso de los Toros.
El ritmo de la ciudad cambió en Paso de los Toros según los comerciantes y vecinos de la zona. En Pueblo Centenario la situación mejoró a partir del inicio de las obras, pero esperan más movimiento a partir de febrero o marzo.
"Esto va paso a paso. Yo en realidad estoy esperando, como estamos esperando todos, pero sin enloquecernos. Sabemos que algo vamos a tener que ir mejorando", relató Juan Carlos Pérez, de la ferretería de Pueblo Centenario.
Wilson González es un vendedor ambulante que lleva alimento a los casi 700 obreros que están en la obra de la planta de UPM. Todos los días viaja diez kilómetros desde Paso de los Toros y vende al costado del camino. Llega a las 6:00 de la mañana y se queda hasta después del mediodía.
"Muchos de ellos no son de acá, hay gente de Fray Bentos, de Paysandú, de todos lados. Yo traigo la comida, así no tienen que cocinar ni nada. Traigo refrescos también. Hago pizzas, empanadas al horno, les traigo milanesas al pan, pasteles hojaldrados, medialunas y refrescos también. Con eso tiran el día. Para nosotros UPM fue una gran bendición", dijo González.