Da Silva: la "Ferrari" que le dejan a Orsi, la crítica a dirigentes blancos "que se cuidaron las piernas y los brazos" y por qué se fue antes del búnker

"Fuimos pocos los que defendimos al gobierno de Lacalle a cara descubierta, mucho son los que se cuidaron", criticó el senador electo.

El senador electo del Partido Nacional Sebastián Da Silva aseguró que el gobierno de Luis Lacalle Pou le deja "una Ferrari con cuatro cubiertas nuevas" al presidente electo Yamandú Orsi y que será tarea del frenteamplista "hacer un curso de manejo y manejar bien". "Ya nos van a extrañar, antes que Orsi comience su Presidencia. Lo bueno es que estamos a la vuelta de la esquina", consideró en rueda de prensa este martes.

Consultado sobre los motivos de la derrota, dijo que hubo "muchas cosas", pero apuntó a que Lacalle ganó en 2019 con una "campaña por la positiva", pero que "no se puede hacer una campaña por la transitiva".

También fue interrogado sobre si, conocidos los resultados, había sido acertada la elección de la fórmula presidencial, con Valeria Ripoll como designada candidata a vicepresidenta: "Lo vamos a ver. Obvio que no, por algo perdimos. No reconocer la derrota y los motivos es tapar el sol con un dedo. Pero hicieron flor de esfuerzo".

Además, apuntó a sus compañeros de partido: "Fuimos pocos los que defendimos al gobierno de Lacalle a cara descubierta, mucho son los que se cuidaron. (...) Muchos quedaron enteritos cuidando las piernas y los brazos, pero fuera del gobierno".

Si bien se excusó de nombrar a quienés cuestionaba, el senador dejó fuera de esta crítica a sus correligionarios del Espacio 40: "Estamos muy contentos, estamos vacíos, lo dimos todo".

El domingo por la noche Da Silva dejó el búnker ubicado en la sede de Álvaro Delgado temprano, antes que se retirara la mayoría de los dirigentes. ¿No quiso ser la cara de la derrota? "Nadie me va a reclamar que no estuve en las malas. En el búnker había mucha gente de esta que estaba entre los canapés. Como son momentos delicados y a uno le hierve la sangre, me fui tranquilo. El día antes de las elecciones había dos problemas: un mundo de gente que quería acreditaciones para entrar al búnker y otros que conseguíamos autos para llevar viejitos a votar", respondió.