Se trata de un procedimiento que se hace todos los años con armas que fueron incautadas o entregadas en forma voluntaria.
El Ejército Nacional destruirá unas 2.900 armas. Se trata de un procedimiento que se hace todos los años con armas que fueron incautadas o entregadas en forma voluntaria.
Un total de 16 tanques con armas que generarán 3.500 kilos de metal es el resultado que se obtendrá de la fundición de las armas que el Servicio de Material y Armamento recibe cada año de incautaciones judiciales y también de personas que se acercan a entregar su arma de manera voluntaria.
El coronel Sebastián Grolero explicó en qué consiste el proceso. "Estas son armas que han llevado un proceso de tres años, tiene un proceso legal. El arma cuando llega al Servicio de Material y Armamento, permanece tres años a disposición de que la Justicia determine su destino final, se pueden devolver a las personas o, como en este caso, destruirlas", explicó.
Este año se fundieron 2.900, una cifra inferior a la que habitualmente se destruyen, porque hay unas 2 mil armas que todavía no pasaron por la pericia balística necesaria, previo a determinar su destrucción.
Grolero detalló cómo funciona el proceso de entrega de armamento por parte de la población. "La persona se aproxima a la unidad del Ejército Nacional, se le recibe el armamento, se le hace un acta de recepción donde la persona declara la entrega voluntaria del arma", señaló.
"El Servicio de Material y Armamento por el Registro Nacional de Armas lo que hace es verificar que esa arma no tenga denuncias o está requerida por la Justicia y en caso de que el arma no tenga ningún problema pasa a destrucción y si no se le da el trámite judicial acorde", explicó.
El metal que surge de la fundición se usa para construir varillas y otros materiales.