“El paro es una prueba del pacto que hay entre el Frente Amplio y los sindicatos de la enseñanza”, dijo Da Silveira.
El ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, afirmó que “si el Frente Amplio (FA) gana, no va a ser el gobierno el que maneje la educación, van a ser los sindicatos”. Además, criticó que, desde su punto de vista, exista un “pacto” y una “alianza” entre el FA y los sindicatos de la educación.
“El paro es una prueba del pacto que hay entre el Frente Amplio y los sindicatos de la enseñanza”, dijo Da Silveira luego de las dos jornadas de paro que llevó adelante el sindicato de docentes.
“Para entender el paro, hay que leer la bases programáticas del Frente Amplio, que incluyen un conjunto de compromisos que el Frente Amplio asume en el caso de ser gobierno: uno de esos compromisos dice que un gobierno del Frente Amplio va a tomar las conclusiones y recomendaciones del Congreso Nacional de Educación como políticamente vinculantes. Vinculante quiere decir obligatorio. Lo que dice es que si el Frente gana, no va a ser el gobierno el que maneje la educación, van a ser los sindicatos. Todos sabemos que el Congreso Nacional de Educación está totalmente controlado por los sindicatos, y no llega a ninguna recomendación o conclusión que no sea la que los sindicatos prefieren”, agregó.
En tanto, el ministro estimó que “la otra parte de ese pacto son los sindicatos tratando de complicarle la vida al gobierno, a menos de dos semanas de las elecciones, con un insólito paro de dos días, del que ellos mismos dicen que es político y contra el gobierno”.
“Si gana el Frente Amplio no va a pasar lo que pasa en una democracia, que es que todos los temas los manejan los representantes de los ciudadanos: a la educación la van a gobernar los sindicatos”, apuntó, y agregó: “Hay una alianza. Esto también es una manera de generarle deudas al Frente: porque si llegan a ganar, le van a poder a decir ‘nosotros te ayudamos a ganar con lo que hicimos en aquellos días de octubre’”.
Así las cosas, Da Silveira afirmó que “en una democracia sana no tienen que gobernar los sindicatos, las cámaras empresariales, los militares: tienen que gobernar los representantes de los ciudadanos”.