En caso de que no haya acuerdo final, Gas Sayago se compromete por siete años a darle prioridad a Shell ante cualquier innovación que quiera realizar en el proyecto.
Un preacuerdo firmado a fines de octubre entre Gas Sayago y Shell asentó que la empresa extranjera sería la única propietaria de la regasificadora. Gas Sayago, consorcio entre Ancap y UTE, le cedería sus activos, quedando el estado por fuera del emprendimiento.
El monopolio del comercio de gas quedaría en manos de Shell, interesada principalmente en exportar gas natural a Argentina. El proyecto de Shell sería por una capacidad máxima de regasificación de 5 millones de metros cúbicos por día y una inversión de 300 millones de dólares, menor a los 10 millones de metros cúbicos de gas por día planificados originalmente, con una inversión por unos 1.200 millones de dólares.
Alcanzado un acuerdo definitivo en marzo, el consorcio cedería a Shell el gasoducto que conecta la terminal de regasificación con gasoducto Cruz del Sur y las obras avanzadas para el muelle.
Asimismo, sería cedido el permiso otorgado por la ANP para instalar la regasificadora en un área del Río de la Plata que es del Estado, las aprobaciones ambientales obtenidas ante la Dinama, el know-how generado y el costo por los dragados, una tarea para la que se apeló a un préstamos de 40 millones de dólares con la CAF, que aún se sigue pagando.
Y en caso de que no haya acuerdo final, Gas Sayago queda comprometida por siete años a darle prioridad a Shell ante cualquier innovación que quiera realizar en el proyecto.
En otro orden, Gas Sayago fue embargado por 14 millones de dólares ante una demanda presentada por la brasileña OAS, que alegó incumplimiento de pago por parte del consorcio estatal. Gas Sayago suspendió dichos pagos ante los atrasos de OAS en la construcción de la regasificadora y su falta de cumplimiento con los compromisos de obra.