Entre el 12 y el 15 de abril de 1975 los militares detuvieron a 39 adolescentes pertenecientes a la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), en su mayoría estudiantes del liceo 1 de ese departamento, que tenían entre 13 y 19 años.
La jueza en lo penal de primer turno de Treinta y Tres, María Eugenia Mier, procesó con prisión a los militares retirados José María Lete, Rogelio Garmendia y Pedro Buzó.
Entre el 12 y el 15 de abril de 1975 los militares detuvieron a 39 adolescentes pertenecientes a la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), en su mayoría estudiantes del liceo 1 de ese departamento, que tenían entre 13 y 19 años.
Según informó La Diaria en base a la sentencia, los adolescentes fueron secuestrados en sus casas con órdenes de la Justicia militar y retenidos durante 20 días bajo torturas que incluyeron plantones, golpes, submarinos, quemaduras y descargas eléctricas, y en el caso de las mujeres fueron víctimas de tocamientos.
José María Lete fue procesado con prisión como coautor de reiterados delitos de privación de libertad, atentado violento al pudor, abuso de autoridad contra los detenidos y lesiones graves.
Rogelio Garmendia fue procesado por abuso de autoridad contra los detenidos, lesiones graves y privación de libertad. Fue reconocido por varias víctimas como el responsable de los operativos de detención, y algunos también lo identificaron entre el grupo de torturadores.
Pedro Buzó fue procesado como presunto autor de reiterados delitos de abuso de autoridad contra los detenidos y lesiones graves.
La víctima Marisa Fleitas, que tenía 13 años cuando fue secuestrada en su casa declaró que la noche previa al 19 de abril comenzaron a sacar a compañeros en tandas y volvían destrozados. Dijo que había venido al cuartel Gregorio Álvarez con una comitiva para celebrar el 19 de Abril y que entre ellos estaba Pedro Buzó a quien definió como “un torturador especializado”.