“Al ser una cuarta fosa, en una zona donde la fosa más lejanas está a 200 metros, en un radio muy pequeños hay cuatro enterramientos: estamos hablando de un cementerio clandestino", dijo Lusiardo.
Los hallazgos de restos óseos que se han dado en el Batallón 14 confirman que fue un “cementerio clandestino” de la dictadura (1973-185). Así lo entiende el equipo de antropólogos que ha trabajado en la zona.
En una zona de dos cuadras se encontraron cuatro cuerpos en la última década. “Al ser una cuarta fosa, en una zona donde la fosa más lejanas está a 200 metros, en un radio muy pequeños hay cuatro enterramientos: estamos hablando de un cementerio clandestino, no una fosa”, dijo este miércoles la coordinadora del equipo de antropólogos de la Institución Nacional de Derechos Humanos, Alicia Lusiardo.
“Esta zona del monte de robles toma una importancia mucho mayor dentro de las hectáreas que tenemos que intervenir, pero eso no quiere decir que no vayamos a intervenir la totalidad de la cautela”, agregó.
La Institución Nacional de Derechos Humanos tiene cautelada un área de 20 hectáreas y ni bien se termine el trabajo sobre esta fosa, se continuará en otra zona.
En cualquier caso, hasta ahora, las investigaciones de Fiscalía y los testimonios que tiene la Institución Nacional de Derechos Humanos no permiten establecer si hubo detenciones o torturas en el Batallón 14.
“No tenemos evidencia para eso. Las evidencias demuestran que sí fue un lugar de enterramiento, pero no un lugar de detención, y menos de tortura. Sí está claro que está asociado a La Tablada, que sí fue un centro de detención y tortura”, dijo este miércoles el fiscal especializado en Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.